Hoy Sebastian Bach, cantante de Skid
row, ha teloneado a los Guns ‘n’
roses en el Pavelló olímpic de
Badalona, en Barcelona. Dentro de su repertorio, ha interpretado canciones
de su disco Angel down, del 2007, donde
precisamente colaboró Axl Rose en diversos
temas. Cuando ha salido fuera del recinto, nos hemos acercado hacia él, y hemos
comprobado que no existe nada peor a que te chille un cantante de heavy metal, eso
sí, curiosamente anunciando que volvía en breve. No solo hemos reculado al
sonar a amenaza por las formas poco convincentes, sino que en vez de esperar a
que le abriera paso seguridad, ha propinado una patada a una valla haciéndola
volar por los aires.
Ha habido testigos presentes para
corroborar tal hazaña, pero paradójicamente y para nuestra sorpresa no ha
mentido y ha sido cierto que, al salir del autocar, tal y como había prometido
tan peculiarmente, nos ha atendido. He de reconocer en cualquiera de los casos
que no me he acercado a él muy convencido; demuestra pura frenesís. El altivo
cantante maneja el micro con movimientos circulares, como si de una cuerda para
echar el lazo se tratara, mientras sus saltos contra el suelo del escenario toman
tal fuerza que parecen indicar deseo de que este se hunda. Está demostrado que
el heavy metal juega otra liga, y el ritmo de vida de sus cantantes también.
Angel down.