miércoles, 29 de octubre de 2014

[REC] 4: entrevista a Jaume Balagueró y Manuela Velasco







Marc:

Muy bien, después de la segunda parte…

Jaume:

¡Muy bien, muy bien!

Marc:

¡Bueno, la película ha estado muy bien, la verdad! Hay que empezar positivamente, Jaume. Después de la segunda parte había mucha gente que se esperaba que nos fuéramos a encontrar una Barcelona post-apocalíptica, algo quizás a Los últimos días, yo entiendo que el barco es más claustrofóbico y de tu género. ¿Te has quedado con la tarea pendiente o sientes que no era un género a explotar?

Jaume:

No, a ver. ¿Es un género a explotar? Sí. Lo que pasa es que, a ver, la gente ve The walking dead y superproducciones de ciudades infestadas, y todas las películas de [REC] son muy pequeñas. Nosotros lo que queremos hacer es otras cosas: seguir jugando como siempre hemos hecho con [REC], y este no era el juego que nosotros queríamos hacer, porque ya hay otros que lo hacen mejor porque tienen muchos más medios. Entonces no es una tarea pendiente, creo que ya se está haciendo, y muy bien además.


Marc:

En cada entrega hemos visto como el juego alcanzaba otro nivel, e íbamos ganando diversión, rompiendo metas, estructuras y clichés, aprovechándolos de otra manera. Al menos esa es la sensación que me ha dado.

Jaume:

Sí, sí, esa es.

Marc:

En la primera teníamos una escena de clavos y otra de unos niños en una pila, parecía un tema delicado a tratar por cierto público, para eso están los pases anteriores. Sin embargo, en la segunda tenemos una escena muy concreta: es solo un niño, no, no lo es. Y pasa lo que pasa. ¿Qué sucedió ahí? ¿Entraba dentro de subir el eslabón del juego o fue, aquí sí, una tarea pendiente? El decir: me quedé con las ganas de hacer algo que nadie ha hecho.

Jaume:

Me gusta mucho la interpretación que haces de la saga porque es exactamente eso lo que nosotros nos propusimos, es decir: jugar. Jugar en la primera, cambiar las reglas, y que cada una sea un juego nuevo, pero siempre el juego se llama [REC]. Éramos muy conscientes de la polémica que tenía esa escena, y nos la cuestionamos, como nos cuestionamos también aquellos niños en calzoncillos tirados en un cuarto; y de hecho no la montamos. Pero no, creíamos que se podía mostrar aquello, porque no estábamos hablando realmente de un niño, sino de un demonio, y había una controversia que nos parecía que funcionaba muy bien en la película.


Marc:

Tanto en la primera como en la segunda, habéis sabido aprovechar muy bien lo que es el uso de las cámaras: desde el propio cámara, Ángela Vidal… Sin embargo, ¿te has sentido desatado de alguna manera con la cuarta parte? Aparece alguna cámara puntual del barco, de hecho muy bien aprovechado e incluso bastante sentido y simbólico que Ángela las vaya rompiendo; ya pasó con Paco Plaza: es la patada que le da a la cámara, como “esto no tiene nada que ver”. Quizás te has sentido desatado a nivel de decir: ya no me siento con la obligación según ciertos planos o de justificar todo el rato la cámara constante. ¿Has sentido libertad?

Jaume:

No es tanto libertad como lo que hace una narrativa subjetiva, que te da unas posibilidades tremendas pero te quita otros elementos que son muy importantes: la tensión, el suspense… Son cosas que se generan con el montaje, con la música… Nosotros tuvimos que inventar con la primera la manera de poder utilizar esos conceptos, pero de otra forma. Y lo encontramos. Pero ahora sí, ahora podíamos volver a tener a nuestra disposición todos los elementos del gran lenguaje que es el cine, para poder seguir trabajando. Y nos parecía bien dejar aquello, porque había funcionado muy bien, había dado resultados muy buenos. Sobretodo han pasado siete años, ahora ya no es tan original y tan fresco como había sido entonces, y además había funcionado muy bien en las dos primeras porque estaba perfectamente justificado. En ningún momento ponías en duda el porqué alguien está grabando, pero si no tienes esa justificación no funciona, y nosotros no podíamos volver a inventarnos a un tipo que lo está grabando todo porque ya no hubiera funcionado. No hubiera sido natural, hubiera sido forzado.


Marc:

Ya sabes cómo vivimos ahora el cine, raro es cuando no se piensa en una trilogía. No me da la sensación para nada con [REC] por lo que comentábamos, que se estuviera haciendo la primera pensando en la cuarta, no obstante ya sabes que sale una película y ya se tiene en mente la secuela, trilogía, remake, secuela del remake de la precuela… Crees que a pesar de que esta es la última, hecho que no te voy a preguntar para que me confirmes, ¿realmente puede haber posibilidad o la puerta abierta para que se dé el caso de un spin-off? Así como ha habido universo expandido con los comics, contando el origen del padre Albelda con la niña Medeiros.

Jaume:

Sí, claro que podría haberlo; nosotros tenemos claro que hasta aquí hemos llegado, que la aventura es esta, y que estas son las cuatro formas distintas de aproximarse a contar una historia, pero claro que sí podría ocurrir.

Marc:

Ha quedado más abierto de lo que pensaba el desenlace.

Jaume:

Me parecería muy complicado acabar de otra forma, yo creo que el género puro y genuino, y esto es un canto de amor al género puro y genuino, acaba con un guiño. Sin el guiño hubiese sido muy decepcionante, yo creo.


Marc:

Sí, la verdad es que ese final deja la puerta muy abierta. Te hago dos preguntas más, una es como de polémica a nivel personal, si me lo permites. En la presentación del libro de [REC] en Sitges estabas con tu hijo, si no me equivoco, que te iba trayendo cosas de la tienda y tú dijiste: oye, que está trayendo cosas, ojo que esto es una tienda, ¡vigílalo! Claro, a veces no nos damos cuenta que detrás hay una persona con familia, lo que me vengo a referir, una cosa es yo como espectador y tú como director pero... ¿Alguna vez te has sentido como un bicho raro? Parece que vienes del cine de ver la última película biográfica de Nelson Mandela y es muy cultural, sin embargo si dices que acabas de salir de ver [REC] 4, donde salen zombies, y se coge una lanzaborda y hay una masacre...

Jaume:

Nunca. Nunca. Quiero decir, estoy rodeado de amigos que hacen cine de género y locuras, y nunca nadie se ha sentido un bicho raro, digamos. He hecho películas de todo tipo, como esta y Mientras duermes, que es más seria; pero no, al contrario, creo que es super sano, me siento una persona muy normal. Me sentiría un bicho raro si fuera un director que hace las películas para sí mismo, atormentado y tal, pero no, es todo lo contrario diría. Yo soy una persona que le encanta divertirse y que se diviertan conmigo, entonces me parece muy normal.


Marc:

Influencias: es inevitable, ya lo sabes, y seguro que tienes gustos, como George A. Romero, películas de zombies… no hace falta hablar de eso y remarcarlo ahora. No obstante, ¿crees que en esta entrega te has visto influenciado más que nunca? Es que ha habido escenas que me han recordado a Alien: el octavo pasajero. Incluso después de ver la primera, a mi esa sensación de terror pura y dura, para luego desenlazar en una música así arrolladora, que no tiene nada que ver con el resto de la película, me pareció estar viendo Dawn of the dead, que también acaba así la película. No sé si es inconscientemente o las referencias salen por sí mismas.

Jaume:

Yo creo que las referencias salen por sí mismas, pero realmente hay mil: Alien. Evidentemente una de las películas que más me han impactado, además con una historia personal que me implicó de una forma especial. Porque nadie conoce mi historia personal con Alien.

Marc:

Yo no la conozco.

Jaume:

Bueno, no la conoce nadie, la contaré por primera vez. Mi historia con Alien es que cuando se estrenó, yo tenía doce años y no podía ir a verla, porque por aquella época era para mayores de catorce años, pero mis padres fueron. Entonces la mañana siguiente de haber ido ellos, mi padre me llamó a su cama, y yo me puse ahí con mis padres y él me dijo: mira lo que te vamos a explicar, qué película hemos visto. Porque mi padre sabía que me encantaban las películas de terror, y desde ese día, todos los fines de semana yo me iba a la cama de mis padres, para que mi padre me volviera a explicar otra vez aquella maravillosa historia de aquel huevo que se abría y aquel planeta; estaba enloquecido con aquello. Cuando cumplí catorce años la pude ver en el cine Spring, que era un cine de reestreno, y fue para mí un momento fascinante.

Marc:

En primicia con Jaume Balagueró: Alien.


Marc:

Nos expandimos igual al universo [REC] en general, a nivel de dirigir y de actuar; ya sé Manuela que has estado en una situación realmente extrema con esta última película: si no me equivoco trabajar con agua en Asturias, el barco, la antitetánica… temieron por tu salud. No voy a recordarlo todo ahora, no obstante, de las tres, ¿cual habría sido el momento más difícil de dirigir y de interpretar? Tópica pero efectiva pregunta.

Jaume:

Bueno, yo hablaría de dirigir porque implica muchas cosas, quiero decir, dirigir implica a los actores, planificar, controlar a todo un equipo, que todo salga como tú quieres… son muchas cosas. Y dirigir esa escena en Asturias, sobre todo por la parte humana como director, de tener que estar velando también por los actores, fue, no la escena más difícil de [REC], sino la escena más difícil de mi vida.

Marc:

¿Temieron por tu salud?

Jaume:

Sí.

Manuela:

Sí, literal, pero esto no es ni crueldad ni nada, es que sucede. Cuando tú ruedas hay que rodar, y un día de rodaje supone un movimiento de personas y de infraestructura alucinante, y tienes que sacar adelante ese momento. Las condiciones no eran las mejores porque hacía mucho frío y era de noche, había mucho que hacer y tuvimos entonces un percance de salud con la hipotermia, y yo se que a Jaume se lo puse difícil, yo ese día llegue a mi limite físico y llegué a suplicarle por favor que parara. Se lo pedí y supliqué con lágrimas en los ojos, aún sabiendo que eso no podía ser, pero le puse al pobre Jaume en esa situación de estrés máximo: tener a la actriz que necesitas para terminar la película diciendo que no y que no. Además no enfadada, sino: por favor, Jaume.

Jaume:

Sí, pero es muy curioso porque, eso fue así, y evidentemente frente a una situación como esa nosotros dijimos: vale, no se puede seguir. Hubo un momento en que no íbamos a seguir pero ¿qué íbamos a hacer? Así que se le dijo a Manuela: ¿hacemos una más o lo paramos? ¿Y sabéis que contestó Manuela? Contestó: una más. A ver, no la obligamos, no la cogimos por el pelo y la tiramos a la piscina. No, no, no; entonces, Manuela, ¿hacemos una más o lo paramos? Una más.


Marc:

A nivel de realismo la primera es una película muy realista, quiero decir, es una comunidad de vecinos típica, y la situación sería más o menos llevable a lo que pasaría en la actualidad. A eso me refiero, tiene ya unos años la película: el tiempo pasa volando, la tecnología avanza rápidamente… ¿Realmente creéis que sería realista esta situación? Con lo que ha pasado del ébola, yo sinceramente creo que si pasara lo de la primera película estaría toda Barcelona infectada, igual el prisma sería muy distinto. ¿Creéis que si la hicierais ahora la deberíais de hacer un poco distinta? Incluir al típico adolescente con el teléfono móvil, que no tiene ni idea de lo que está pasando pero lo está registrando absolutamente todo, alguien actualizando las redes sociales… bueno, no porque cortan la comunicación, pero lo intentarían. Quiero saber vuestro feeling respecto a este tema.

Jaume:

Es verdad que un fenómeno audiovisual que ya estaba sucediendo entonces, como las personas en nuestra sociedad interactúan de una forma masiva con lo audiovisual, ya se estaba produciendo, y era muy importante. Lo que pasa es que en estos siete años se ha ido multiplicado y ha seguido evolucionado. Las redes sociales no son ahora lo que eran hace siete años, los teléfonos móviles estaban masticados y probablemente las personas sí serian diferentes. Nosotros por ejemplo, en la primera teníamos a una niña, Jennifer, que tenía un teléfono y grababa; eso estaba un poco más puesto como un detalle, hoy en día si hiciéramos la película no sería un detalle, probablemente hubiéramos utilizado también ese punto de vista para contar la película. Nos lo hubiéramos inventado por eso, porque ahora es mucho más importante.

Manuela:

Y yo creo que desde el punto de vista de Ángela, ella habría dado la noticia a través de Twitter, y le habría dado tiempo a contar muchas cosas antes de que cortaran la comunicación, con lo cual eso hubiera generado una serie de protestas en el exterior, que le hubieran puesto la situación mucho más difícil a los que nos aislaron. Creo que igual se hubiese producido un diálogo más claro entre el exterior y el interior.

Jaume:

Claro, y a nivel visual esa comunidad de vecinos hubiera estado en la misma situación, pero con unos móviles pegados en la mano todo el rato, tecleando, twitteando, buscando, intentando poner las cosas. En aquel momento pues tampoco era tanto.


Marc:

Igual tiene que venir producción o marketing: ¿por qué no Apocalipsis al final?

Jaume:

Pues mira, yo creo que ha sido un poco un error mío, porque yo pensé en un momento dado, que tal y como acababa la película, si la hubiéramos llamado Apocalipsis parecía como que estábamos prometiendo que ahora vendría… y tampoco quería dar la sensación de que estábamos preparando hacer otra más. [REC] 4 cierra, y Apocalipsis ha ido acompañando al título durante tiempo, es decir, funciona; pero desde luego ahora si pudiese, ya no puedo, pero si pudiese, sí que lo recuperaría pero al final y en azul, ¿sabes? Como… ¡Boom! Acaba y que ponga Apocalipsis en azul.


Marc:

Paco Plaza lo hizo con Génesis. Y tú Manuela, a nivel interpretativo, ¿tienes miedo de que se te estanque para siempre con Ángela Vidal y que la gente solo te reconozca por ello? Imagino que no, ya lo has dicho otras veces.

Manuela:

No. Primero es un honor, o sea, para mi es una alegría y un honor que la gente incluso me llame Ángela Vidal en vez de Manuela, ¿sabes? Me encanta. Pero luego también es que tengo la suerte de, por ejemplo, ahora estar trabajando en un medio tan popular como es la televisión, haciendo un personaje en Velvet, que ven cuatro millones de personas cada semana, y que es una chica muy pija de los años cincuenta y no tiene nada que ver. Entonces bueno, yo creo que no, pero en cualquier caso la identificación con Ángela Vidal no solo no me molesta sino que me halaga.

Jaume:

Lo bonito, yo creo, es que la identifiquen con Ángela Vidal, que la identifiquen con el personaje de Velvet… que la identifiquen con un montón de personajes como actriz.

Manuela:

A mí me encanta eso de que, cuando la gente me ve por la calle, me dice: eres Ainhoa, eres Ángela… Que vean el personaje, que es lo interesante; para mi yo interesar a la gente me da igual, lo que me gusta es que le interese el personaje que hago.

Marc:

Sí, lo preguntaba más desde el punto de vista que, tampoco me gustaría que quedaras como la de [REC], y hay gente que tira un poco por lo fácil de “sí, hizo [REC]”, se acabó.

Manuela:

Pero a nosotros, a la gente en general, nos encanta poner un articulo, como meter en categorías: la de, el de. Así funciona nuestro cerebro para organizarnos.


En primicia con Jaume Balagueró: Alien.

2 comentarios:

  1. Nene tu vales mucho... Con la boca abierta y eso que te conozco, pero te vas superando.
    Me inclino ante tu desparpajo.

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  2. Espero que la hayas disfrutado tanto como yo haciéndola, aunque lo veo difícil, jaja.

    Gracias!

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