viernes, 20 de julio de 2012

El caballero oscuro: la leyenda renace


Origen, caída y renacimiento son los tres estados que conforman el desenlace como película individual y conjunto del personaje más emblemático, junto a Superman, de DC cómics. Esta sucesión de tres películas ha evolucionado en duración y épica, mejorando siempre respecto a la anterior y haciendo de la completa historia un círculo que se cierra a la perfección.


La visión del personaje ha creado escuela y se ha convertido en toda una referencia; a pesar de que las características del mismo sean idóneas y se conciban de forma natural para tal propósito, su sombra acerca de cómo afrontar una franquicia se ha alargado enormemente. Ha tenido lugar un acontecimiento único e irrepetible con Batman, dada la esencia que se ha dejado impregnada en él y que ya se ha visto reflejada como un estándar a seguir en otros formatos. Pocas veces se asocian conjuntamente crítica y taquilla, y más tratándose de una adaptación de cómic, pero Christopher Nolan ha sido pionero como director en concluir una trilogía del personaje con su visión realista y actual, a la vez que oscura, con tal resultado a la altura de las expectativas.


Las referencias al cómic son continuas y están presentes en todo momento: Bruce Wayne está retirado y permanece aislado del mundo, al igual que en El regreso del caballero oscuro, y Gotham termina dejada a su propia suerte por parte del gobierno y recluida del mundo exterior, tal y como sucedía en Tierra de nadie. No obstante y sin lugar a dudas, la obra más representativa y destacada que define la película es Knightfall, en la que un desconocido enemigo de nueva creación apodado Bane, venció a Batman.


Fue un gran punto de inflexión en la historia del cómic, obteniendo su enemigo el apodo del hombre que quebró al murciélago, al romperle la espalda; la necesidad de renacer de esta obra define por completo el espíritu de la película. En la trilogía es conformado como el único enemigo que es capaz de hacer frente a Batman física e intelectualmente, aptitudes que solamente Ra’s Al Ghul, también liderando La liga de las sombras, ha poseído previamente en un enfrentamiento contra Bruce.


El reparto vuelve a repetir magistralmente con Gary Oldman como Jim Gordon, Morgan Freeman como Lucius Fox y Cillian Murphy como Jonathan Crane, más conocido como Espantapájaros, quien realiza una aparición al más puro estilo de El caballero oscuro. Hay nuevas incorporaciones que son de agradecer, como Matthew Modine, sin embargo, son Michael Cane y Christian Bale quienes van más allá con su interpretación, debido al retiro de Bruce Wayne y al nuevo camino que emprende Alfred, a raíz de los acontecimientos y la verdad sobre la muerte de Rachel Dawes.


Anne Hathaway es reconocida sutilmente como Catwoman: las denominaciones en la prensa y la posición del visor en su cabeza cuando no está en uso muestran su condición felina. La sensualidad se condiciona inherente en su personalidad y comportamiento, compartiendo la misma analogía respecto a su modo de vida que Bruce Wayne. El Joker no hace acto de aparición, si bien se hubiera agradecido una escena, cameo o mínima referencia o mención para dar la sensación de plenitud al todo de la historia. Esta ausencia se puede tomar como el homenaje a un gran actor fallecido cuya historia concluyó.


Tal y como sucedió con dicho personaje, Tom Hardy se vuelve irreconocible debido a su caracterización, haciendo gala de una gran interpretación a pesar de llevar una máscara; cuando esta es quebrada, al dejar de cumplir su función de anestesiar el dolor, la adrenalina fluye de forma descontrolada, convirtiéndose en una reminiscencia del veneno. La constitución física que ha alcanzado para dar vida a Bane muestra el reto al que debe enfrentarse Batman, cuyo oponente, quien revela la oscura verdad acerca de Harvey Dent, y es presentado como un falso liberador con claras connotaciones políticas debido al marco actual, supone la continuación a un nivel superior del legado de Ra’s Al Ghul.


Marion Cotillard interpreta a Talia Al Gul. Dicho personaje permanece en las sombras hasta el desenlace de la película, compartiendo en ese aspecto una gran similitud con su padre y destacando por completo el giro que sufre Miranda Tate desde la revelación de su verdadera identidad. El recurso de los flashbacks ayuda a completar el ciclo, debido a su mención en Batman begins y a su relación con Bane, que sitúan los acontecimientos de El caballero oscuro en un interludio del verdadero despertar de La liga de las sombras.


Ra’s Al Ghul hace una aparición estelar, jugando inicialmente y de forma hábil con la naturaleza de su inmortalidad. En Batman begins, dicha condición fue adaptada y tratada elegantemente, con la teatralidad de un doble para ocultar su verdadera identidad. Su inmortalidad queda patente de nuevo gracias a su legado, vivo a través de Talia y La liga de las sombras; a su vez, existe el paralelismo del pozo de Lázaro con la cárcel donde es recluido Bruce, precisamente por la necesidad de renacer para emerger de él.


Este fin de trilogía posee las mejores escenas de acción coreografiadas en cuanto a enfrentamientos se refiere; lo que inicialmente parecía suponer una carencia en las dos anteriores entregas, ahora es un elemento que se desenvuelve magistralmente entre Batman y Bane. Las innovaciones destacan por sí mismas, tecnológicamente hablando con Bat y los gadgets, así como proporcionar una visión del murciélago en acción a plena luz del día, o nuevamente con el batpod, acechando en la oscuridad e incluso con reminiscencias a su primera aparición.


La banda sonora está compuesta de nuevo, pero por primera vez dentro de la trilogía, únicamente por Hans Zimmer, quien mantiene el legado demostrando por tercera vez la calidad épica con la que trata sus obras, encajando a la perfección con la trascendencia de la historia y el fondo que se propone. La primera entrega asume importancia y gana relevancia conforme transcurre la película, por ello y dado el círculo que se completa, en puntos cruciales se retoman temas originales de la misma, con leves modificaciones y actualizaciones según su contexto.


Cada personaje es asociado con elegancia a un tema propio por el que ser distinguido y reconocido, como ocurre con los escenarios y la relevancia de las situaciones, haciendo de la presencia del compositor algo indispensable. No obstante sabe jugar perfectamente con su propia ausencia, creando tensión sonora y de la naturaleza de los acontecimientos un elemento totalmente único y enfatizado; se desenvuelve harmónicamente con la imagen, representándola por sí misma de forma independiente y con capacidad narrativa, siendo excelente para la adaptación del cómic.


Christopher Nolan ha alcanzado la cima de su obra maestra: el hecho de que Batman reaparezca, como si de la primera vez se tratase, consigue que la leyenda realmente renazca, desenlazando de forma conclusa y excelente su visión de la historia del personaje. No obstante, se produce un guiño abriendo a una nueva era, y es la muerte de Batman con la herencia de su legado a John Blake, presentado como Robin; dicho personaje es interpretado por Joseph Gordon-Levitt, y una vez es conocida su identidad, la trama y su papel en ella parecen perfeccionarse aún más si cabe. El murciélago es un símbolo, todo y que Bruce siempre será Batman.


Hay muchas formas de inmortalidad.