Origen, caída y renacimiento son
los tres estados que conforman el desenlace como película individual y conjunto
del personaje más emblemático, junto a Superman,
de DC cómics. Esta sucesión de tres
películas ha evolucionado en duración y épica, mejorando siempre respecto a la
anterior y haciendo de la completa historia un círculo que se cierra a la
perfección.
La visión del personaje ha creado
escuela y se ha convertido en toda una referencia; a pesar de que las
características del mismo sean idóneas y se conciban de forma natural para tal
propósito, su sombra acerca de cómo afrontar una franquicia se ha alargado
enormemente. Ha tenido lugar un acontecimiento único e irrepetible con Batman, dada la esencia que se ha dejado
impregnada en él y que ya se ha visto reflejada como un estándar a seguir en
otros formatos. Pocas veces se asocian conjuntamente crítica y taquilla, y más
tratándose de una adaptación de cómic, pero Christopher
Nolan ha sido pionero como director en concluir una trilogía del personaje
con su visión realista y actual, a la vez que oscura, con tal resultado a la
altura de las expectativas.
Las referencias al cómic son
continuas y están presentes en todo momento: Bruce Wayne está retirado y permanece aislado del mundo, al igual
que en El regreso del caballero oscuro,
y Gotham termina dejada a su propia
suerte por parte del gobierno y recluida del mundo exterior, tal y como sucedía
en Tierra de nadie. No obstante y sin
lugar a dudas, la obra más representativa y destacada que define la película es
Knightfall, en la que un desconocido
enemigo de nueva creación apodado Bane,
venció a Batman.
Fue un gran punto de inflexión en
la historia del cómic, obteniendo su enemigo el apodo del hombre que quebró al
murciélago, al romperle la espalda; la necesidad de renacer de esta obra define
por completo el espíritu de la película. En la trilogía es conformado como el
único enemigo que es capaz de hacer frente a Batman física e intelectualmente, aptitudes que solamente Ra’s Al Ghul, también liderando La liga de las sombras, ha poseído
previamente en un enfrentamiento contra Bruce.
El reparto vuelve a repetir magistralmente
con Gary Oldman como Jim Gordon, Morgan Freeman como Lucius
Fox y Cillian Murphy como Jonathan Crane, más conocido como Espantapájaros, quien realiza una
aparición al más puro estilo de El
caballero oscuro. Hay nuevas incorporaciones que son de agradecer, como Matthew Modine, sin embargo, son Michael Cane y Christian Bale quienes van más allá con su interpretación, debido
al retiro de Bruce Wayne y al nuevo
camino que emprende Alfred, a raíz de
los acontecimientos y la verdad sobre la muerte de Rachel Dawes.
Anne Hathaway es reconocida sutilmente como Catwoman: las denominaciones en la prensa y la posición del visor
en su cabeza cuando no está en uso muestran su condición felina. La sensualidad
se condiciona inherente en su personalidad y comportamiento, compartiendo la
misma analogía respecto a su modo de vida que Bruce Wayne. El Joker no
hace acto de aparición, si bien se hubiera agradecido una escena, cameo o
mínima referencia o mención para dar la sensación de plenitud al todo de la
historia. Esta ausencia se puede tomar como el homenaje a un gran actor
fallecido cuya historia concluyó.
Tal y como sucedió con dicho
personaje, Tom Hardy se vuelve irreconocible
debido a su caracterización, haciendo gala de una gran interpretación a pesar
de llevar una máscara; cuando esta es quebrada, al dejar de cumplir su función
de anestesiar el dolor, la adrenalina fluye de forma descontrolada,
convirtiéndose en una reminiscencia del veneno. La constitución física que ha
alcanzado para dar vida a Bane
muestra el reto al que debe enfrentarse Batman,
cuyo oponente, quien revela la oscura verdad acerca de Harvey Dent, y es presentado como un falso liberador con claras
connotaciones políticas debido al marco actual, supone la continuación a un
nivel superior del legado de Ra’s Al Ghul.
Marion Cotillard interpreta a Talia
Al Gul. Dicho personaje permanece en las sombras hasta el desenlace de la
película, compartiendo en ese aspecto una gran similitud con su padre y destacando
por completo el giro que sufre Miranda
Tate desde la revelación de su verdadera identidad. El recurso de los
flashbacks ayuda a completar el ciclo, debido a su mención en Batman begins y a su relación con Bane, que sitúan los acontecimientos de El caballero oscuro en un interludio del
verdadero despertar de La liga de las
sombras.
Ra’s Al Ghul hace una aparición estelar, jugando inicialmente y de
forma hábil con la naturaleza de su inmortalidad. En Batman begins, dicha condición fue adaptada y tratada elegantemente,
con la teatralidad de un doble para ocultar su verdadera identidad. Su
inmortalidad queda patente de nuevo gracias a su legado, vivo a través de Talia y La liga de las sombras; a su vez, existe el paralelismo del pozo de
Lázaro con la cárcel donde es
recluido Bruce, precisamente por la
necesidad de renacer para emerger de él.
Este fin de trilogía posee las
mejores escenas de acción coreografiadas en cuanto a enfrentamientos se
refiere; lo que inicialmente parecía suponer una carencia en las dos anteriores
entregas, ahora es un elemento que se desenvuelve magistralmente entre Batman y Bane. Las innovaciones destacan por sí mismas, tecnológicamente
hablando con Bat y los gadgets, así
como proporcionar una visión del murciélago en acción a plena luz del día, o
nuevamente con el batpod, acechando en la oscuridad e incluso con reminiscencias
a su primera aparición.
La banda sonora está compuesta de
nuevo, pero por primera vez dentro de la trilogía, únicamente por Hans Zimmer, quien mantiene el legado demostrando
por tercera vez la calidad épica con la que trata sus obras, encajando a la
perfección con la trascendencia de la historia y el fondo que se propone. La
primera entrega asume importancia y gana relevancia conforme transcurre la
película, por ello y dado el círculo que se completa, en puntos cruciales se
retoman temas originales de la misma, con leves modificaciones y
actualizaciones según su contexto.
Cada personaje es asociado con
elegancia a un tema propio por el que ser distinguido y reconocido, como ocurre
con los escenarios y la relevancia de las situaciones, haciendo de la presencia
del compositor algo indispensable. No obstante sabe jugar perfectamente con su
propia ausencia, creando tensión sonora y de la naturaleza de los
acontecimientos un elemento totalmente único y enfatizado; se desenvuelve
harmónicamente con la imagen, representándola por sí misma de forma
independiente y con capacidad narrativa, siendo excelente para la adaptación del
cómic.
Christopher Nolan ha alcanzado la cima de su obra maestra: el hecho
de que Batman reaparezca, como si de
la primera vez se tratase, consigue que la leyenda realmente renazca, desenlazando
de forma conclusa y excelente su visión de la historia del personaje. No
obstante, se produce un guiño abriendo a una nueva era, y es la muerte de Batman con la herencia de su legado a John Blake, presentado como Robin; dicho personaje es interpretado
por Joseph Gordon-Levitt, y una vez
es conocida su identidad, la trama y su papel en ella parecen perfeccionarse
aún más si cabe. El murciélago es un símbolo, todo y que Bruce siempre será Batman.
Hay muchas formas de inmortalidad.
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