Carlos Latre es sin lugar
a dudas el mejor imitador nacional que existe, y si algo resulta más increíble
que la cantidad de personajes que llegan a aparecer encima del escenario, es la
actualización constante que ha sufrido la obra según las circunstancias, sin
que esta se note forzada. La política y actualidad están a la orden del día,
con la sátira siempre presente; a su vez, tiene una parte musical considerable,
hecho que confirma que las dotes de imitación e interpretación del actor van
más allá. No es de extrañar que haya formado en dos ocasiones, conformando a mi
juicio el mejor miembro, parte del jurado del programa Tu cara me suena.
En el mundo del cine también ha
hecho sus pequeñas aportaciones: como actor aparece en Torrente 3: el
protector, y ha doblado al mismísimo Garfield, todo y que el listón
estaba totalmente inalcanzable con la voz en versión original del excepcional Bill
Murray. Le he preguntado si alguna vez había intentado imitarse a sí mismo,
es decir sobreactuar, me ha dicho que no le sale.
¿Rechacen imitaciones?