Marc:
Muy bien, después de la segunda
parte…
Jaume:
¡Muy bien, muy bien!
Marc:
¡Bueno, la película ha estado muy
bien, la verdad! Hay que empezar positivamente, Jaume. Después de la segunda parte había mucha gente que se
esperaba que nos fuéramos a encontrar una Barcelona post-apocalíptica, algo
quizás a Los últimos días, yo
entiendo que el barco es más claustrofóbico y de tu género. ¿Te has quedado con
la tarea pendiente o sientes que no era un género a explotar?
Jaume:
No, a ver. ¿Es un género a explotar?
Sí. Lo que pasa es que, a ver, la gente ve The
walking dead y superproducciones de ciudades infestadas, y todas las
películas de [REC] son muy pequeñas.
Nosotros lo que queremos hacer es otras cosas: seguir jugando como siempre
hemos hecho con [REC], y este no era el juego que nosotros
queríamos hacer, porque ya hay otros que lo hacen mejor porque tienen muchos más
medios. Entonces no es una tarea pendiente, creo que ya se está haciendo, y muy
bien además.
Marc:
En cada entrega hemos visto como
el juego alcanzaba otro nivel, e íbamos ganando diversión, rompiendo metas, estructuras
y clichés, aprovechándolos de otra manera. Al menos esa es la sensación que me
ha dado.
Jaume:
Sí, sí, esa es.
Marc:
En la primera teníamos una escena
de clavos y otra de unos niños en una pila, parecía un tema delicado a tratar
por cierto público, para eso están los pases anteriores. Sin embargo, en la
segunda tenemos una escena muy concreta: es solo un niño, no, no lo es. Y pasa
lo que pasa. ¿Qué sucedió ahí? ¿Entraba dentro de subir el eslabón del juego o
fue, aquí sí, una tarea pendiente? El decir: me quedé con las ganas de hacer
algo que nadie ha hecho.
Jaume:
Me gusta mucho la interpretación
que haces de la saga porque es exactamente eso lo que nosotros nos propusimos,
es decir: jugar. Jugar en la primera, cambiar las reglas, y que cada una sea un
juego nuevo, pero siempre el juego se llama [REC].
Éramos muy conscientes de la polémica que tenía esa escena, y nos la
cuestionamos, como nos cuestionamos también aquellos niños en calzoncillos
tirados en un cuarto; y de hecho no la montamos. Pero no, creíamos que se podía
mostrar aquello, porque no estábamos hablando realmente de un niño, sino de un
demonio, y había una controversia que nos parecía que funcionaba muy bien en la
película.
Marc:
Tanto en la primera como en la
segunda, habéis sabido aprovechar muy bien lo que es el uso de las cámaras: desde
el propio cámara, Ángela Vidal… Sin
embargo, ¿te has sentido desatado de alguna manera con la cuarta parte? Aparece
alguna cámara puntual del barco, de hecho muy bien aprovechado e incluso
bastante sentido y simbólico que Ángela
las vaya rompiendo; ya pasó con Paco Plaza:
es la patada que le da a la cámara, como “esto no tiene nada que ver”. Quizás te
has sentido desatado a nivel de decir: ya no me siento con la obligación según
ciertos planos o de justificar todo el rato la cámara constante. ¿Has sentido
libertad?
Jaume:
No es tanto libertad como lo que
hace una narrativa subjetiva, que te da unas posibilidades tremendas pero te quita
otros elementos que son muy importantes: la tensión, el suspense… Son cosas que
se generan con el montaje, con la música… Nosotros tuvimos que inventar con la
primera la manera de poder utilizar esos conceptos, pero de otra forma. Y lo
encontramos. Pero ahora sí, ahora podíamos volver a tener a nuestra disposición
todos los elementos del gran lenguaje que es el cine, para poder seguir
trabajando. Y nos parecía bien dejar aquello, porque había funcionado muy bien,
había dado resultados muy buenos. Sobretodo han pasado siete años, ahora ya no
es tan original y tan fresco como había sido entonces, y además había
funcionado muy bien en las dos primeras porque estaba perfectamente justificado.
En ningún momento ponías en duda el porqué alguien está grabando, pero si no
tienes esa justificación no funciona, y nosotros no podíamos volver a
inventarnos a un tipo que lo está grabando todo porque ya no hubiera funcionado.
No hubiera sido natural, hubiera sido forzado.
Marc:
Ya sabes cómo vivimos ahora el
cine, raro es cuando no se piensa en una trilogía. No me da la sensación para
nada con [REC] por lo que
comentábamos, que se estuviera haciendo la primera pensando en la cuarta, no
obstante ya sabes que sale una película y ya se tiene en mente la secuela, trilogía,
remake, secuela del remake de la precuela… Crees que a pesar de que esta es la última,
hecho que no te voy a preguntar para que me confirmes, ¿realmente puede haber
posibilidad o la puerta abierta para que se dé el caso de un spin-off? Así como
ha habido universo expandido con los comics, contando el origen del padre Albelda con la niña Medeiros.
Jaume:
Sí, claro que podría haberlo; nosotros
tenemos claro que hasta aquí hemos llegado, que la aventura es esta, y que
estas son las cuatro formas distintas de aproximarse a contar una historia,
pero claro que sí podría ocurrir.
Marc:
Ha quedado más abierto de lo que
pensaba el desenlace.
Jaume:
Me parecería muy complicado
acabar de otra forma, yo creo que el género puro y genuino, y esto es un canto
de amor al género puro y genuino, acaba con un guiño. Sin el guiño hubiese sido
muy decepcionante, yo creo.
Marc:
Sí, la verdad es que ese final
deja la puerta muy abierta. Te hago dos preguntas más, una es como de polémica
a nivel personal, si me lo permites. En la presentación del libro de [REC] en Sitges estabas con tu hijo, si
no me equivoco, que te iba trayendo cosas de la tienda y tú dijiste: oye, que está
trayendo cosas, ojo que esto es una tienda, ¡vigílalo! Claro, a veces no nos
damos cuenta que detrás hay una persona con familia, lo que me vengo a referir,
una cosa es yo como espectador y tú como director pero... ¿Alguna vez te has
sentido como un bicho raro? Parece que vienes del cine de ver la última
película biográfica de Nelson Mandela
y es muy cultural, sin embargo si dices que acabas de salir de ver [REC] 4, donde salen zombies, y se coge
una lanzaborda y hay una masacre...
Jaume:
Nunca. Nunca. Quiero decir, estoy
rodeado de amigos que hacen cine de género y locuras, y nunca nadie se ha
sentido un bicho raro, digamos. He hecho películas de todo tipo, como esta y Mientras duermes, que es más seria; pero
no, al contrario, creo que es super sano, me siento una persona muy normal. Me
sentiría un bicho raro si fuera un director que hace las películas para sí
mismo, atormentado y tal, pero no, es todo lo contrario diría. Yo soy una
persona que le encanta divertirse y que se diviertan conmigo, entonces me
parece muy normal.
Marc:
Influencias: es inevitable, ya lo
sabes, y seguro que tienes gustos, como George
A. Romero, películas de zombies… no hace falta hablar de eso y remarcarlo
ahora. No obstante, ¿crees que en esta entrega te has visto influenciado más
que nunca? Es que ha habido escenas que me han recordado a Alien: el octavo pasajero. Incluso después de ver la primera, a mi
esa sensación de terror pura y dura, para luego desenlazar en una música así arrolladora,
que no tiene nada que ver con el resto de la película, me pareció estar viendo Dawn of the dead, que también acaba así la
película. No sé si es inconscientemente o las referencias salen por sí mismas.
Jaume:
Yo creo que las referencias salen
por sí mismas, pero realmente hay mil: Alien.
Evidentemente una de las películas que más me han impactado, además con una
historia personal que me implicó de una forma especial. Porque nadie conoce mi
historia personal con Alien.
Marc:
Yo no la conozco.
Jaume:
Bueno, no la conoce nadie, la
contaré por primera vez. Mi historia con Alien
es que cuando se estrenó, yo tenía doce años y no podía ir a verla, porque por
aquella época era para mayores de catorce años, pero mis padres fueron.
Entonces la mañana siguiente de haber ido ellos, mi padre me llamó a su cama, y
yo me puse ahí con mis padres y él me dijo: mira lo que te vamos a explicar, qué
película hemos visto. Porque mi padre sabía que me encantaban las películas de
terror, y desde ese día, todos los fines de semana yo me iba a la cama de mis
padres, para que mi padre me volviera a explicar otra vez aquella maravillosa
historia de aquel huevo que se abría y aquel planeta; estaba enloquecido con
aquello. Cuando cumplí catorce años la pude ver en el cine Spring, que era un cine de reestreno, y fue para mí un momento
fascinante.
Marc:
En primicia con Jaume Balagueró: Alien.
Marc:
Nos expandimos igual al universo [REC] en general, a nivel de dirigir y
de actuar; ya sé Manuela que has
estado en una situación realmente extrema con esta última película: si no me
equivoco trabajar con agua en Asturias, el barco, la antitetánica… temieron por
tu salud. No voy a recordarlo todo ahora, no obstante, de las tres, ¿cual
habría sido el momento más difícil de dirigir y de interpretar? Tópica pero
efectiva pregunta.
Jaume:
Bueno, yo hablaría de dirigir
porque implica muchas cosas, quiero decir, dirigir implica a los actores, planificar,
controlar a todo un equipo, que todo salga como tú quieres… son muchas cosas. Y
dirigir esa escena en Asturias, sobre todo por la parte humana como director,
de tener que estar velando también por los actores, fue, no la escena más
difícil de [REC], sino la escena más
difícil de mi vida.
Marc:
¿Temieron por tu salud?
Jaume:
Sí.
Manuela:
Sí, literal, pero esto no es ni
crueldad ni nada, es que sucede. Cuando tú ruedas hay que rodar, y un día de
rodaje supone un movimiento de personas y de infraestructura alucinante, y
tienes que sacar adelante ese momento. Las condiciones no eran las mejores
porque hacía mucho frío y era de noche, había mucho que hacer y tuvimos
entonces un percance de salud con la hipotermia, y yo se que a Jaume se lo puse difícil, yo ese día
llegue a mi limite físico y llegué a suplicarle por favor que parara. Se lo pedí
y supliqué con lágrimas en los ojos, aún sabiendo que eso no podía ser, pero le
puse al pobre Jaume en esa situación
de estrés máximo: tener a la actriz que necesitas para terminar la película
diciendo que no y que no. Además no enfadada, sino: por favor, Jaume.
Jaume:
Sí, pero es muy curioso porque,
eso fue así, y evidentemente frente a una situación como esa nosotros dijimos:
vale, no se puede seguir. Hubo un momento en que no íbamos a seguir pero ¿qué íbamos
a hacer? Así que se le dijo a Manuela:
¿hacemos una más o lo paramos? ¿Y sabéis que contestó Manuela? Contestó: una más. A ver, no la obligamos, no la cogimos
por el pelo y la tiramos a la piscina. No, no, no; entonces, Manuela, ¿hacemos una más o lo paramos?
Una más.
Marc:
A nivel de realismo la primera es
una película muy realista, quiero decir, es una comunidad de vecinos típica, y
la situación sería más o menos llevable a lo que pasaría en la actualidad. A
eso me refiero, tiene ya unos años la película: el tiempo pasa volando, la
tecnología avanza rápidamente… ¿Realmente creéis que sería realista esta
situación? Con lo que ha pasado del ébola, yo sinceramente creo que si pasara
lo de la primera película estaría toda Barcelona infectada, igual el prisma sería
muy distinto. ¿Creéis que si la hicierais ahora la deberíais de hacer un poco
distinta? Incluir al típico adolescente con el teléfono móvil, que no tiene ni
idea de lo que está pasando pero lo está registrando absolutamente todo,
alguien actualizando las redes sociales… bueno, no porque cortan la
comunicación, pero lo intentarían. Quiero saber vuestro feeling respecto a este
tema.
Jaume:
Es verdad que un fenómeno
audiovisual que ya estaba sucediendo entonces, como las personas en nuestra
sociedad interactúan de una forma masiva con lo audiovisual, ya se estaba
produciendo, y era muy importante. Lo que pasa es que en estos siete años se ha
ido multiplicado y ha seguido evolucionado. Las redes sociales no son ahora lo
que eran hace siete años, los teléfonos móviles estaban masticados y
probablemente las personas sí serian diferentes. Nosotros por ejemplo, en la
primera teníamos a una niña, Jennifer,
que tenía un teléfono y grababa; eso estaba un poco más puesto como un detalle,
hoy en día si hiciéramos la película no sería un detalle, probablemente
hubiéramos utilizado también ese punto de vista para contar la película. Nos lo
hubiéramos inventado por eso, porque ahora es mucho más importante.
Manuela:
Y yo creo que desde el punto de
vista de Ángela, ella habría dado la
noticia a través de Twitter, y le
habría dado tiempo a contar muchas cosas antes de que cortaran la comunicación,
con lo cual eso hubiera generado una serie de protestas en el exterior, que le
hubieran puesto la situación mucho más difícil a los que nos aislaron. Creo que
igual se hubiese producido un diálogo más claro entre el exterior y el interior.
Jaume:
Claro, y a nivel visual esa
comunidad de vecinos hubiera estado en la misma situación, pero con unos
móviles pegados en la mano todo el rato, tecleando, twitteando, buscando, intentando
poner las cosas. En aquel momento pues tampoco era tanto.
Marc:
Igual tiene que venir producción
o marketing: ¿por qué no Apocalipsis
al final?
Jaume:
Pues mira, yo creo que ha sido un
poco un error mío, porque yo pensé en un momento dado, que tal y como acababa
la película, si la hubiéramos llamado Apocalipsis
parecía como que estábamos prometiendo que ahora vendría… y tampoco quería dar
la sensación de que estábamos preparando hacer otra más. [REC] 4 cierra, y Apocalipsis
ha ido acompañando al título durante tiempo, es decir, funciona; pero desde
luego ahora si pudiese, ya no puedo, pero si pudiese, sí que lo recuperaría
pero al final y en azul, ¿sabes? Como… ¡Boom! Acaba y que ponga Apocalipsis en azul.
Marc:
Paco Plaza lo hizo con Génesis.
Y tú Manuela, a nivel interpretativo,
¿tienes miedo de que se te estanque para siempre con Ángela Vidal y que la gente solo te reconozca por ello? Imagino que
no, ya lo has dicho otras veces.
Manuela:
No. Primero es un honor, o sea,
para mi es una alegría y un honor que la gente incluso me llame Ángela Vidal en vez de Manuela, ¿sabes? Me encanta. Pero luego
también es que tengo la suerte de, por ejemplo, ahora estar trabajando en un
medio tan popular como es la televisión, haciendo un personaje en Velvet, que ven cuatro millones de
personas cada semana, y que es una chica muy pija de los años cincuenta y no
tiene nada que ver. Entonces bueno, yo creo que no, pero en cualquier caso la
identificación con Ángela Vidal no
solo no me molesta sino que me halaga.
Jaume:
Lo bonito, yo creo, es que la
identifiquen con Ángela Vidal, que la
identifiquen con el personaje de Velvet…
que la identifiquen con un montón de personajes como actriz.
Manuela:
A mí me encanta eso de que,
cuando la gente me ve por la calle, me dice: eres Ainhoa, eres Ángela… Que
vean el personaje, que es lo interesante; para mi yo interesar a la gente me da
igual, lo que me gusta es que le interese el personaje que hago.
Marc:
Sí, lo preguntaba más desde el
punto de vista que, tampoco me gustaría que quedaras como la de [REC], y hay gente que tira un poco por
lo fácil de “sí, hizo [REC]”, se
acabó.
Manuela:
Pero a nosotros, a la gente en
general, nos encanta poner un articulo, como meter en categorías: la de, el de.
Así funciona nuestro cerebro para organizarnos.
En primicia con Jaume Balagueró: Alien.