Una vez superada la primera
parte, con un gran sabor de boca a pesar de echar en falta el enemigo final por
excelencia de la saga, se descubría con su perfecto prólogo que precisamente se
le había estado controlando durante toda la aventura: Drácula y su origen conformaron la trama. Zobek, que es en realidad la muerte, ahora acude a él en la era actual
para unir fuerzas contra los acólitos de Satán
y su inminente regreso. Es innegable que Lords
of shadow 2 resulta innovador, no solo por poder controlar al caballero
dragón una vez concebido y descubierto como el gran error de la hermandad de la
luz, sino por ubicar a Dracul en la
era tecnológica.
Se echa en falta, y más teniendo
en cuenta el injusto contenido descargable dispuesto anteriormente, haber
profundizado en la transformación del vampiro con los poderes del diablo, y
sobretodo degustarlo en su plenitud. Es cierto que el escenario inicial es el
asedio de la hermandad de la luz al mismo castillo, donde incluso aparece Alucard, pero es un suceso aislado. La
morada del vampiro vuelve a concebirse como fondo, pero de forma ficticia a
modo de lienzo de su propia memoria; es un recurso que ha sido bien
implementado y aprovechado, pero por sus circunstancias amenazadoras, no se
permite disfrutar de él como amo y señor de dichos dominios y de todo cuanto
acontece en ellos.
El elenco de personajes, ya sea
por acto de aparición o mención, es muy acertado aunque se eche en falta a Simon para el perfecto cierre del
círculo de linaje de los Belmont. Hay
tres grandes escenarios: el castillo de Drácula,
donde transcurre el asedio, la ciudad Castlevania,
erguida en la época actual en el mismo emplazamiento, y las memorias de Gabriel, que suponen una ficticia vuelta
al castillo donde se dan lugar sus recuerdos y confrontaciones con fantasmas
interiores, que conforman la constante lucha que mantiene contra la sangre
maldita que lo posee. La distribución de los personajes depende directamente de
ellos.
En el asedio al castillo, Drácula, en plenos poderes y facultades
y temido incluso por el mismísimo Satán
y la muerte, combate a la hermandad de la luz, a la cual perteneció. En él,
derrota a un titán y un paladín de la orden, y se da lugar el encuentro con Alucard. Aquí reside la gran trama y
giro argumental del juego, y es que este le propone crearle una muerte y pérdida
de memoria temporal con la espada Crissaegrim,
que encontraba en el mismo castillo en Symphony
of the night. Todo ello para así poder renacer siglos después, aunque
debilitado y sin recordar lo sucedido, y precisamente en dicha condición, hacer
que Zobek emerja de su escondite e intente
unirse a él para evitar que el demonio regrese. A pesar que el objetivo real
sea dejar que el mal se personifique para luego poder vencerlo de nuevo pero de
forma definitiva, quizás tanta premeditación por parte de Alucard resulta arriesgada, pero se concibe como la forma perfecta
para que padre e hijo puedan acabar con sus eternos rivales de una vez por
todas.
En Castlevania, Zobek
promete a Gabriel ayudarle a liberarle
de su inmortalidad con la reconstruida arma Vampire
killer, su propia antigua cruz de combate. Solo puede conseguir el descanso
eterno si antes colaboran por última vez. La misión que le proporciona el
longevo hombre de negocios, que controla financieramente la ciudad, consiste en
localizar y destruir a los acólitos de Satán
y así evitar su regreso. Para ello, también cuenta con la ayuda de su
lugarteniente, cuya identidad del enigmático guardaespaldas de la muerte no es
otra que la de Alucard. Por otro
lado, Victor Belmont es el último
descendiente de su linaje, y protector de lo que queda de la hermandad de la
luz, cuya muerte para localizar al último de los acólitos resulta un sacrificio
totalmente innecesario. A su vez, la familia del demonio está presente preparando
su vuelta a la tierra: Raisa Volkova controla
una empresa farmacéutica para tener sometida a la población y, llegada su
destrucción, liberar un virus que los transforma a todos en demonios. El
antídoto que consigue Gabriel para
prevenir y solucionar tal epidemia es solo una de las submisiones de la
aventura.
Para que Drácula pueda recuperar todas sus habilidades y recuerdos, viaja
constantemente a través de sus memorias, cuya forma son su antiguo castillo. En
él, Marie vuelve a aparecer como
elemento esperanzador y de ayuda para que no olvide su antiguo y verdadero ser.
Su esposa vuelve a sus pensamientos junto a su hijo Trevor, antes que muriera a manos de su padre y despertara como Alucard, el no muerto. La bella Carmilla regresa como parte oscura de su
conciencia, donde su único deseo es que vuelva el señor del castillo para
quedarse con ella, junto al resto de habitantes del mismo. Han vuelto también
personajes míticos de la saga, como Medusa,
y otros más recientes, como el maestro juguetero de Mirror of fate; es un personaje que se vio traicionado por la
familia Bernhard, propietaria y
habitante inicial del castillo, hasta que hicieron un pacto con el demonio que
condicionó tanto su forma cambiante como sus propias leyes no aplicables a la
física de la tierra. Agreus, antiguo
dios y hermano de Pan, cuya única
obsesión es aniquilar al vampiro en señal de venganza, supone una pequeña parte
de los remordimientos de Drácula.
Referencias al resto de entregas
no faltan: desde la tienda del chupacabras, a un ave que se convierte en un
pollo asado con un fogonazo, en referencia al antiguo ítem reponedor de vida.
No obstante, los puzles y las plataformas son dos aspectos que han decaído, al
ser relativamente escasos y poco convincentes o justificados. Igualmente son
elementos compensados con creces con el impresionante despliegue técnico; puede
decirse y no solo por este aspecto, que se trata del último gran juego
exclusivo de la actual generación. Todo ello sumado a lo que más llama la
atención del título, que sin lugar a dudas es la sensación de sandbox y de la
era actual como parte del escenario de Castlevania.
El punto más débil del videojuego
y que resulta menos efectivo son las fases de sigilo; de hecho, todo y
significar otro elemento innovador, la intrusión aleja la sensación de estar
controlando a Drácula. El mapeado a
su vez, puede resultar confuso y poco intuitivo, pero la conexión del castillo
con la ciudad Castlevania, construida
y alzada sobre sus ruinas, es perfecta. Se cambia de escenario a raíz de seguir
una visión de Trevor, pero posteriormente
es imprescindible el uso del medallón del lobo, con el cual este hace acto de aparición
y tras un aullido, es necesario interactuar con él andando tras sus pasos.
No es ningún secreto que esta
saga bebe conocimiento de la obra maestra de Bram Stoker; precisamente las habilidades que el príncipe de las
tinieblas adquiere, conforme va recordando durante el débil despertar de su
letargo, son prueba de ello. Las técnicas del vampiro abarcan desde convertirse
en niebla a transformarse en un grupo de roedores, incluso pudiéndose mostrar
como el gran dragón rojo. Son elementos que junto al uso de la espada de vacío
y las garras de caos, recuerdan de qué personaje se trata. Él supone el gran
error de Dios, y esa es precisamente
su venganza; derrotó a los señores de la oscuridad como miembro de la hermandad
de la luz, y se vio traicionado por su propia orden al no poder salvar a su
amada. Para salvar a la humanidad, se convirtió en vampiro gracias a Laura para poder entrar en la dimensión del
olvidado, padre del demonio, y evitar así el apocalipsis arrebatándole sus
poderes justo cuando los estaba usando para abrir el portal. La personalidad de
Drácula está perfectamente
construida, y la nueva lectura del personaje resulta fresca para Castlevania.
Lamentablemente, el desenlace de Castlevania: Lords of shadow 2 es
demasiado abierto, y no desprende certeza acerca del futuro de Drácula y Alucard. El hecho de que Gabriel
contemple asombrado el recompuesto espejo del destino de Trevor, lo rompa e ignore, no despeja dudas acerca de la historia
ni concluye la aventura, entendiendo que se trata del final. A pesar de la
muerte definitiva de Zobek y Satán, no parece el desenlace
definitivo. No se trata de misterio, sino de incertidumbre; una carencia de la
cual se espera que no sea premeditada en base a un futuro contenido descargable,
lo que supondría una lacra al confirmar inexorablemente el producto como
inacabado e incompleto, y como consecuencia su experiencia.
La progresión de la historia es
lineal, por lo que al no estar separada por episodios y capítulos como en la
primera entrega, no invita tanto a la rejugabilidad. Es cierto que una vez
finalizado el juego, se puede recorrer la ciudad y el castillo en busca de los
pergaminos, gemas y pilas de sacrificio, pero en cuanto a revivir ciertos
momentos de la aventura se refiere, habrá que empezar de nuevo desde el
principio. Se trata sin duda de una novedad, que junto a los desafíos hará las delicias
de quien busque un reto, pero es preferible el formato de Lords of shadow.
La banda sonora de Oscar Araujo es notable, a pesar de no
alcanzar la épica de su antecesora e incluso de Mirror of fate, salvo en momentos puntuales donde sí se convierte
en absoluta protagonista de la historia. Se ha echado en falta en ese aspecto
que sonara alguno de los temas míticos de la saga, aunque fuera a modo de guiño
como sucedió anteriormente con la canción Vampire
killer, con Gabriel en la caja de
música. Aún así, la calidad en el aspecto sonoro persiste, y se vuelve a
denotar como un elemento icónico de referencia en esta última entrega.
¿Qué es un hombre sino un miserable montón de secretos?