Este fin de semana se ha
celebrado en el pabellón de cristal de Madrid la quinta edición del mayor
evento multideportivo de Europa: Arnold
classic Europe. Como es de costumbre, el culturista por excelencia y famoso
actor a quien se debe el nombre del evento, Arnold
Schwarzenegger, ha hecho acto de presencia. No todos los días se estrecha
la mano al gobernador de California.
Sin lugar a dudas dada su
constitución, el papel que lo catapultó a la fama fue el de Conan el bárbaro, pero su interpretación
y asociación por excelencia siempre ha sido y será como Terminator, obra maestra de James
Cameron. A pesar que el director no lo tuviera en consideración inicialmente,
no solo volvió a trabajar con él para una secuela que superó a su antecesora, sino
que llegó a dirigirlo de nuevo en otra joya del género: Mentiras arriesgadas, junto a Jamie
Lee Curtis y Tom Arnold.
Conan no ha sido la única adaptación de cómic que protagonizó, dado
que en Batman y Robin interpretó al
doctor Victor Fries, más conocido
como Mr. Freeze, villano del
murciélago. No obstante, como película de culto cabe destacar Desafío total, obra de ciencia ficción
que volvió a suponer un paso importante en su carrera junto a Depredador de John McTiernan, quien lo volvería a dirigir en la infravalorada El último gran héroe.
También hubo tiempo para la
comedia, buen ejemplo de ello son Los
gemelos golpean dos veces, Poli de
guardería y Junior, que
protagonizó bajo la dirección de Ivan
Reitman, director de las dos entregas de Cazafantasmas y El pelotón
chiflado. Sin embargo, Un padre en
apuros se definiría como su película navideña por excelencia, donde volvería
a aparecer en pantalla junto a James
Belushi, coincidiendo de nuevo desde Danko:
calor rojo.
Antes de emprender carrera
política, sus últimos papeles fueron protagonizando El fin de los días, El sexto
día y Daño colateral, suponiendo Terminator 3: la rebelión de las máquinas
su último papel. El hecho de que Cameron
no estuviera al frente de la producción denotó una considerable caída de
calidad de la misma, a pesar de no haber existido mejor elección antes de dejar
temporalmente el mundo del cine.
En su ausencia en el séptimo arte
tuvo un cameo digital precisamente en dicho rol, en lo que supone la escena más
esperada de la película Terminator:
salvation; también realizó durante su mandato una aparición estelar en Los mercenarios, junto a Bruce Willis y Sylvester Stallone. Fue precisamente en la segunda parte de esta
saga, donde desempeñó su vuelta formal al mundo del cine, repitiendo en su
papel de Trench incluso para una
tercera entrega, junto a Mel Gibson y
Harrison Ford.
En cualquiera de los casos, Arnold volvió como protagonista con El último desafío, que junto a Plan de escape con Stallone como compañero de reparto, supusieron su transición al
retorno de su papel más icónico en Terminator:
Génesis. También merece especial mención Maggie, película dramática en marco de un apocalipsis zombie
protagonizada por el conocido actor austríaco.
Arnold Schwarzenegger no solo ha significado todo un ícono de la
cultura popular, sino que como héroe de acción es garantía de éxito en sus
producciones, siendo un hecho constatable como llena la pantalla, sea cual sea
el formato, y como se ha tenido en cuenta su regreso; como prueba de ello, su
aparición en el episodio final de Dos
hombres y medio, el cual no supone el primer ejercicio de cómica
auto-crítica para el actor. Sin lugar a dudas, solamente hace falta una
conocida cita para percatarse acerca de la repercusión que ha provocado Arnold.
Volveré.
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