sábado, 14 de mayo de 2016

David Duchovny


David Duchovny, más conocido como Fox William Mulder en la famosa serie Expediente X, ha estado en Barcelona con motivo de la presentación de su disco Hell or highwater con un concierto en la sala Barts, aunque también ha habido tiempo por la mañana para una sesión de firmas de su libro Holy cow. El actor, escritor y músico también es conocido por la serie Californication, producida por él mismo y que resulta parcialmente biográfica.


No obstante, a pesar de haber protagonizado comedias como Beethoven: uno más de la familia y Evolution, película en la que también hacia acto de aparición Dan Aykroyd, sin lugar a dudas su papel más recordado es como agente del F.B.I. implicado en la investigación de sucesos paranormarles y de naturaleza alienígena. A pesar de la finalización de la conocida serie, que desenlazó incluso en largometraje, recientemente Duchovny volvió a dicho rol para el rodaje de una nueva temporada, retomando así su papel más emblemático junto a Gillian Anderson como Dana Katherine Scully.


La verdad está ahí fuera.

domingo, 8 de mayo de 2016

El regreso del caballero oscuro


La tercera entrega de El regreso del caballero oscuro ha sido, sin lugar a dudas, la gran novedad del salón en cuanto a cómic americano se refiere. Hasta la fecha, con guión de Frank Miller y Brian Azzarello, y dibujo de Frank Miller, Andy Kubert y Eduardo Risso, este lanzamiento dispone de dos números en grapa y edición cartoné. A espera de que se complete la historia con los ejemplares mensuales y se publique el tomo, Brian Azzarello me ha firmado Lex Luthor.


DKIII

sábado, 7 de mayo de 2016

Conversando con Frank Miller


Frank Miller ha dado una conferencia a día de hoy, y si su firma ha sido el tesoro más codiciado del salón del cómic, la asistencia a dicho evento no ha supuesto menos repercusión mediática. Ha hecho acto de aparición junto a Brian Azzarello, con quien ha colaborado para la tercera entrega de El regreso del caballero oscuro. El inicio de ambos autores en el mundo de la viñeta tiene como origen el despido de sus respectivos trabajos, habiéndose conocido mutuamente, en cuanto a sus obras se refiere, precisamente en una tienda de cómics; han dado por hecho que trabajarían juntos de nuevo.


Las inspiraciones de Frank para que haya sido posible dar a conocer un mundo tan oscuro en los cómics son sencillas: en 1985 vivía en Nueva York, y solamente tenía que observar a través de la ventana para dar forma a un punto de partida escénico que desenlazó en obras como El regreso del caballero oscuro. Posee una clara opinión formada respecto a la censura: no se esquiva, se coge un cañón y se la dispara. Para él, DC tiene mejores personajes, siendo Batman como un juguete al que sacar a relucir dadas todas las posibilidades que ofrece. Los cómics nunca morirán, las películas no los están estropeando si los lectores siguen leyendo y el interés perdura en personajes mitológicos o Robin Hood, por lo que no tiene por qué perderse la pasión por personajes vestidos con mallas que vuelan: siempre se querrá más. El mercado está bien, siempre y cuando los videojuegos o Hollywood no sustraigan a los talentos de la industria; permanecerá así mientras no exista dicha invasión.


Frank ha comparado el trabajo de un dibujante, en cuanto a la política se refiere, con el de un asesino que dispara flechas con punta de goma: no infligen daño pero molestan, y supone la herramienta perfecta para el incordio y la diversión. Acerca de Donald Trump, Miller ha destacado su pelo y Azzarello su piel naranja; consideran que la existencia de medios, con información en exceso, beneficia con su fomento de popularidad a que pueda acabar siendo presidente.


Brian ha declarado en una clase de cómic anterior, que le resulta menos difícil decidirse por su peor obra que por la mejor. No obstante, tampoco ha querido posicionarse al respecto porque si por ejemplo, nombra 100 balas (que en absoluto lo es), cabe la posibilidad de que pueda ofender a un gran seguidor del título. Frank, a su vez, ha confesado sin dilaciones que su peor trabajo es el primero, aunque en su caso no le preocupa porque es imposible que nadie lo encuentre.


Acerca del hecho que Brian Azzarello haya hecho llorar a Joker en los cómics, ha confesado que está loco y por eso llora; la demencia posee sus altibajos anímicos, y en tributo a dicho estado mental pensó que era producente. Respecto al cómic español, estaba destacando que hay grandes autores como David Rubín, cuando Brian se ha dado cuenta que este estaba en la conferencia y se ha puesto a reír. En cuanto a los consejos para realizar un trabajo de verdadera innovación en el mundo del cómic, tanto Frank como Brian han comentado que no hay una fórmula secreta para los no iniciados, e instigan a lo que hicieron ellos mismos: escribir, escribir y escribir, dibujar, dibujar y dibujar. Se debe recorrer el camino paso a paso, conociendo los fundamentos y estableciendo prioritariamente unas buenas bases, si se experimenta de forma abrupta el lector no lo entiende y se le pierde. La función del artista no es que se le valore, sino la narración de historias.


El trabajo con estos personajes exige una serie de parámetros: Batman no es un asesino, conforma un estándar y es un defecto que se debe explotar; Superman nunca sería vulgar o grosero, como héroes son grandiosos declara Miller. Azzarello cita que conducirlos al límite explorando sus extremos es un gran recurso del cual partir, pero sin hacerlos cruzar la línea, situando así al personaje en un dilema. Alan Moore nunca llamaría a Frank Miller para trabajar juntos porque como amigos que son uno de los dos acabaría muerto, Frank representa demasiadas palabras y Alan demasiadas imágenes. Él tenía razón y Alan se equivocaba, si Moore asesinó a los superhéroes hace treinta años con Watchmen, Miller los resucitó con El regreso del caballero oscuro.


Acerca de Batman v Superman: el amanecer de la justicia, Brian ha expuesto que se ha creado un Luthor interesante, y Frank que Batman siempre conduce un gran coche, ambos coincidiendo en que Wonder woman ha sido una grata sorpresa; sorprenden estos tres datos dadas las escuetas declaraciones, por no decir inexistentes, que suelen producirse de autores de cómic respecto a adaptaciones cinematográficas. Como dijo el dibujante de Watchmen, Dave Gibbons: entre decirlo todo y no decir nada, mejor no decir nada. En cualquiera de los casos y sin lugar a dudas, la mejor declaración de toda la velada ha sido por parte de Frank Miller, acerca del proyecto de seguir trabajando con la obra de su creación: Sin city.


Alan Moore nunca me llamaría porque uno de los dos acabaría muerto.

viernes, 6 de mayo de 2016

Frank Miller


Frank Miller no necesita presentación en el mundo del cómic. Es el dibujante y guionista de El regreso del caballero oscuro, obra maestra que presenta a un retirado Bruce Wayne de avanzada edad, que vuelve a coger el manto del murciélago para hacer frente al crimen de la futura y decadente ciudad de Gotham. Supuso un antes y un después, debiendo directamente a su trabajo los honores de los que goza el caballero oscuro actualmente. En su cruzada se enfrenta a Superman, en marco de una escenografía, trama y estética que denota su clara inspiración a la recientemente estrenada Batman v Superman: el amanecer de la justicia de Zack Snyder. Alan Moore asesinó a los superhéroes con Watchmen y Frank Miller los resucitó con El regreso del caballero oscuro. Su posterior trabajo como guionista con David Mazzucchelli a los lápices, estableció el origen definitivo de Batman con un tono de serie detectivesca negra realmente característico, que también influyó en el murciélago de Christian Bale con Batman begins de Cristopher Nolan.


No obstante, sus inicios residen en Marvel con un crossover de Spider-man y Daredevil, siendo Ronin su primer trabajo con DC cómics, aunando tradición americana, europea y japonesa. Volvió a Daredevil como guionista, y su obra Born again significó su primer trabajo con Mazzucchelli como dibujante; reinventó el personaje con el uso de iconografía católica, realizando la etapa más memorable, recordada y leída, salvando por encargo explícito un cómic que estaba sentenciado. Con el dibujante Bill Sienkiewicz guionizó cómics de Daredevil y Elektra, estableciendo en el caso de la asesina, el trágico pasado inspirado en la mitología que la bautiza. Su obra más conocida con dicho personaje fue Elektra lives again, rompiendo los esquemas establecidos y realizando un giro en estilo, otorgando una narrativa raramente vista con una lección magistral del uso del color en la novela gráfica. Para Daredevil escribió Man without fear, cómic que fue concebido inicialmente como guión cinematográfico.


En Dark horse cómics desató la polémica debido a su estilo y posteriormente en la misma editorial trabajó con Dave Gibbons, dibujante de Watchmen, con la serie limitada Martha Washington donde Frank sacaba a relucir de nuevo su sátira política. También participó con su guión en la miniserie Robocop versus Terminator, así como en el videojuego adaptado a plataformas como Mega drive y Master system; otro crossover en el que estuvo implicado fue el de Batman y Spawn, personaje de Image cómics.


Fundó el sello Legend junto a otros reconocidos autores para crear sus propios personajes y poseer los derechos como creador, con total libertad y sin ninguna imposición; la revolución no se hizo esperar. Sin city, pura novela negra en cómic, innovó en el medio con su estética y atmósfera; ideada como un único número, conllevó a una serie, conformando para Frank Miller su obra por excelencia de serie detectivesca negra. Cuando parecía que era imposible superarse a sí mismo, sale a la luz el cómic 300, característico por su magnífico color y su edición apaisada. La batalla de las Termópilas, narrada magistralmente, sentó cátedra y desenlazó en una secuela: Xerxes.


Parecía que las hazañas de Frank no cesaban, a John Romita Jr. le regaló el mejor guión sobre el que trabajó, del cual obtuvo su obra cumbre como dibujante, e incluso como amigo de su desde siempre admirado autor de cómic Jack Kirby, pronunció unas palabras en su funeral. Como dibujante y guionista, trabajó nuevamente con Batman en la secuela de El regreso del caballero oscuro, bajo el nombre El caballero oscuro contraataca, y junto al dibujante Jim Lee, realizó el guión de All star: Batman y Robin. A día de hoy, ya están disponibles los dos primeros números de la serie de cómics que conformará la tercera entrega de Miller de su obra maestra, cerrando así la trilogía de El regreso del caballero oscuro.


No solo ha estado involucrado en el mundo del cómic, en el séptimo arte fue el encargado del guión de Robocop 2; de hecho Paul Verhoeven, director de la primera entrega, admitió las influencias de Miller. Sin embargo, su escrito fue sometido a la censura y a diversas modificaciones, que conllevaron a que el texto fuera dividido en dos entregas, en las cuales figura como guionista; no obstante, sus conceptos originales para la película acabaron plasmados en cómics de nueva creación. Frank aparece en la segunda parte realizando un cameo, como químico que trabaja en la elaboración del narcótico Nuke, a las órdenes de Caín, aunque lamentablemente fallece en una explosión al entrar en escena Robocop.


En 2005 dirige junto a Robert Rodríguez y en colaboración con Quentin Tarantino la película que adapta a la gran pantalla su obra Sin city, postura lógica pero que se produce menos de lo conveniente en el mundo del cine. La escenografía visual, que se acerca más que nunca a las viñetas en movimiento, y la fidelidad a su propio estilo la convierte en una película de culto. El propio Frank realiza un cameo, apareciendo como sacerdote que es asesinado a manos de Marv después de proporcionarle el nombre del senador Roark. También dirigió la secuela, Sin city: a dame to kill for, en la que aparece de nuevo junto a Marv en Kadie’s club. Ha sido productor ejecutivo de 300, fidedigna adaptación dirigida por Zack Snyder y trasladada a la gran pantalla prácticamente viñeta a viñeta y palabra por palabra, y su secuela 300: el origen de un imperio. Frank Miller, creador de Sin city y 300, también ha dirigido con su característica visión The spirit, película del personaje de Will Eisner.


Después de lo expuesto, y teniendo en cuenta que solo se podía acceder a su firma mediante sorteo previo, sobran las palabras al decir que he sido de los pocos afortunados que han podido obtenerla. He querido que la dedicatoria fuera en la edición del trigésimo aniversario de El regreso del caballero oscuro: al acercarme me ha preguntado cómo estaba, a lo que he respondido que bien y seguidamente he pasado a darle las gracias y decirle que era el mejor. Mientras me estaba firmando le he comentado que Batman es lo que es ahora mismo gracias a él, comentario que me ha agradecido sonriendo, y a pesar de que la editorial nos ha comunicado que no le diéramos la mano, ha sido él quien me la ha tendido para despedirse.


Alan Moore asesinó a los superhéroes, Frank Miller los resucitó.

jueves, 5 de mayo de 2016

34 salón internacional del cómic de Barcelona


A día de hoy se ha iniciado el trigésimo cuarto salón internacional del cómic de Barcelona. El cartel ha corrido a cargo de Francisco Ibáñez, quien ha cumplido ochenta años recientemente y cuya última obra para el evento supone, con permiso de la edición anterior con Carlos Pacheco, sin lugar a dudas la más representativa. La exposición ¡Feliz cumpleaños, Ibáñez! ha resultado la más completa hasta la fecha, con originales expuestos por primera vez tal y como El sulfato atómico, primera aventura de Mortadelo y Filemón donde se presenta tanto al superintendente Vicente como al profesor Bacterio. Con motivo de la publicación del tomo definitivo que recoge todas las viñetas firmadas por Ibáñez de 13, rue del percebe, los originales del característico edificio han ejercido una parte importante del protagonismo.


Viñetas sobre ruedas, a su vez, ha mostrado el mundo automovilístico desde el punto de vista del cómic, incluso adentrándose en las adaptaciones de películas a la viñeta. Así pues, se han presentado modelos como el Delorean de Regreso al futuro, la motocicleta sidecar de Indiana Jones y la última cruzada, automóviles usados por los agentes más famosos de la T.I.A., un Mustang de Sin city e incluso el Jeep que conduce Bruce Wayne en Batman v Superman: el amanecer de la justicia a través de Metrópolis al inicio de la película, mientras la ciudad es destruida debido a la presencia de Superman. Por otra parte, Ellas tienen superpoderes, ha enfatizado la presencia femenina en los cómics con la exposición de personajes como Catwoman, Batgirl, Supergirl y Power girl.


Es el primer salón del cómic después del estreno de Batman v Superman: el amanecer de la justicia, por lo que en la entrada del recinto se ha expuesto una estatua del logo de la película, y en el stand de ECC ediciones se hallaba la figura a tamaño real del nuevo Batman cinematográfico. Respecto a DC, la promoción en cuanto a cine se refiere, se ha centrado este año en Escuadrón suicida, tráiler de la cual se ha proyectado junto a un mural de los personajes y una referencia a sus cómics.


El viernes he asistido a la conferencia sobre Francisco Ibáñez de Carlos Areces, quien me he vuelto a encontrar domingo en el stand de ediciones B. Una temática recurrente es la censura que se apoderó del último autor de la escuela Bruguera, ejemplos de ello son la desaparición de la caricatura del monstruo de Frankenstein en 13, rue del percebe, dado que solo el hacedor puede crear vida, y un gag de una ballena cuya descendencia eran pulpos, que incitaba según los censores al adulterio. No obstante, estos hechos también se producían en la publicación extranjera, siendo el caso más notorio la obra En Alemania de Mortadelo y Filemón; en ella, diversas páginas fueron completamente desechadas y dibujadas de nuevo por un autor presumiblemente local, originando una trama completamente nueva y forzada. ¿La causa? La aventura inicial consistía durante ese tramo en un complicado intento de atravesar el muro de Berlín.


La humildad del autor, tan característico por su humor propio, es destacable: a pesar de su enorme contribución con auténticas obras maestras y su influencia al resto de dibujantes, siempre que Ibáñez es cuestionado por la ubicación de sus originales apenas muestra interés, declarando que no les otorga valor y que incluso antaño se desechaban porque una vez la publicación era lanzada dejaban de tener utilidad. Los coleccionistas, con las manos en la cabeza, puede que no piensen igual.


En cuanto al séptimo arte, Areces ha destacado las dos películas de Javier Fesser, admitiendo que en su opinión es difícil superar los golpes de La gran aventura de Mortadelo y Filemón. Los guiños de la misma, tal y como la visita a 13, rue del percebe o la fidelidad en indumentarias como la del gendarme de policía, invención de Ibáñez al no estar permitido el uso de tal institución para el humor, hacen de esta una película única. Como actor de Anacleto: agente secreto, adaptación de Vázquez donde Carlos Areces interpreta al mismo autor, ha matizado que como película de acción aprueba pero que es injusto valorarla como adaptación, al ser imposible trasladar la magia intrínseca de las viñetas, que solo se consigue con dicho formato.


Sábado he asistido a la firma de Jan y Efepé y domingo a la de Ramis y Cera. Jan me ha firmado de Superlópez el ejemplar Otra vez el Supergrupo, y me ha dibujado, como no podía ser de otra manera, a Superlópez. En cuanto a Cera, me ha dedicado el ejemplar Pafdark: el cabestro oscuro, también dibujándome al personaje principal: Pafman. Junto a Francisco Ibáñez, son los autores de ediciones B presentes todos los años en el salón del cómic de Barcelona, y ha sido una cita que por primera vez he dejado de eludir, aunque haya sido la única al dedicar el resto del tiempo prácticamente a un único autor.


¿Quién es el autor que ha atraído toda mi atención desde que se anunció su presencia? Frank Miller. Es la primera vez que ha asistido al salón internacional del cómic de Barcelona, y con permiso de Stan Lee, se ha convertido en el invitado de honor por excelencia; ha recibido un premio honorífico durante su estancia y se ha convertido en el absoluto protagonista del evento.


34 salón internacional del cómic de Barcelona: Frank Miller.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Batman v Superman: el amanecer de la justicia


Es difícil comenzar una crítica de este calibre, prácticamente con el único objetivo y ejercicio de proyectarme a mí mismo en un texto respecto a esta película mientras escucho la banda sonora de la misma, con la imperiosa necesidad de romper la cuarta pared en esta exposición dado lo que significa para mí. Cabe admitirlo, las dos joyas de la corona de DC cómics siempre han sido Batman y Superman, y en el séptimo arte ha parecido conformarse siempre como una presencia más que suficiente, sin embargo el esperado enfrentamiento nunca ha llegado a producirse, y mucho menos un universo compartido cinematográfico a excepto de alguna mención. Dicho tiempo y expectativas han producido una sobrecarga de responsabilidad al estreno, que parece haber surgido como respuesta al éxito de Marvel, con la diferencia que detrás de Batman v Superman: el amanecer de la justicia solo existe El hombre de acero.


¿Qué es Batman v Superman: el amanecer de la justicia? Por definición un versus donde coinciden por primera vez las dos piedras angulares en cuanto a adaptación de cómic a la gran pantalla por parte de Warner se refiere, a modo de precuela y prólogo de La liga de la justicia; lamentablemente ha sido el riesgo inherente a dicha fórmula, forzada al exceso de información y a una resolución abrupta de la trama, haciendo gala de un descompasado ritmo, lo que supone sentimientos encontrados. A pesar de las dos horas y media de duración, parece necesario más metraje para la total comprensión de la historia, resultando curioso que haya media hora más preparada para el lanzamiento de la versión del director en bluray, aunque se desconoce si rellenará dichos agujeros argumentales; la razón de su existencia es el contenido violento, evitando así la catalogación de la película para mayores de edad. Sin embargo, resulta más beneficioso comercialmente hablando la producción de películas de corta duración gracias a la capacidad de realizar mayor número de proyecciones al día, y obviamente por costes de rodaje, aunque en este supuesto está editado de antemano dicho contenido, por lo que queda descartado como principal motivación.


Los créditos iniciales son magistrales, mostrando la muerte de los padres de Bruce Wayne como nunca antes, plano a plano un calco de la viñeta del cómic incluso con la aparición del estreno de La máscara del Zorro; todo ello acompañado de una imperiosa y contundente banda sonora con reminiscencias a Danny Elfman, desenlazando en la caída a la cueva y la aparición del murciélago como elemento de nacimiento del personaje, lo que supone una pesadilla reiterada. “Metrópolis: la humanidad conoce a Superman”. Los acontecimientos que destruyeron la ciudad en El hombre de acero son vividos de nuevo desde el punto de vista de Bruce, quien se dirige a uno de los edificios Wayne a toda velocidad y en acto de desesperación debido al peligro; la escena caracterizada por el derrumbamiento de construcciones obliga a hacer doble ejercicio de memoria debido a los atentados del once de septiembre. La heroicidad y supremacía del último hijo de Krypton quedan subyugadas por el odio y la atribución directa de toda responsabilidad acerca de lo acontecido. Cimentadas con total base, exposición y argumentación, quedan pues las motivaciones de Batman contra Superman.


El argumento en lo sucesivo, acerca de la existencia de dioses entre la humanidad, la exigencia de responsabilidades y el hecho de relativizar lo que puede hacer Superman y cuestionar lo que debería hacer para que no actúe unilateralmente, se ve condicionado por los planes de conspiración y dominación a manos de Lex Luthor. Su villano por excelencia supone el catalizador para el histórico enfrentamiento, y lamentablemente este no es otro que el secuestro de Martha Kent. A su vez, la salvación de Superman a manos del golpe de gracia de Batman, se debe directamente a que la nombra, lo que supone una resolución fácil; la épica de la confrontación pierde considerablemente fuerza al ser altamente cuestionables su planteamiento y desenlace, destacando la destrucción de las perfectamente construidas razones y motivaciones de Batman. Zack Snyder es un indiscutible maestro en las escenas de acción, pero da la sensación que los guionistas Chris Terrio y David S. Goyer no le han dejado el trabajo fácil, y la épica sigue permaneciendo en Chistopher Nolan y su trilogía de El caballero oscuro. A pesar del tiempo transcurrido, Superman no ha evolucionado como personaje, de hecho no se ha producido acercamiento a la humanidad, todo lo contrario: supone más una entidad divina que nunca, cuyo seguimiento está dividido entre seguidores y detractores. Su muerte a manos de Doomsday, creado por Lex Luthor a partir del cadáver de Zod a un nivel narrativo estrepitoso cuyo origen recuerda a Bizarro, no hace más que conformar debido al sacrificio su posición como dios.


Snyder ha mostrado en apariencia un Batman más de cómic que nunca, y es un punto de vista que dejo en la superficie porque su preocupación por no matar parece inexistente. No es un secreto que Zack ardía en deseos por hacer una película de El regreso del caballero oscuro de Frank Miller, cuyas referencias son constantes, y el hecho de constatar agradecimientos a grandes dibujantes y guionistas en los créditos, por no decir los mejores, no hace sino confirmar dicha postura. Ha sido una actitud inteligente optar por dar un paso más allá en la ficción, de lo contrario habría sido reiterarse en las perspectivas expuestas anteriormente, como ejemplo la bestialidad empleada en la escena del batmóvil. No obstante como escena cumbre, la infiltración para rescatar a Martha Kent, donde saca a relucir todos los gadgets y movimientos de los que suele hacer gala en las viñetas; el murciélago seguramente se gana a un público que esperaba ver lo mismo que en la saga de videojuegos Arkham. Ben Affleck cumple, aunque sinceramente y teniendo en cuenta que predomina más que nunca la animación por ordenador, cualquier actor maduro de carácter serio que hubiera conseguido dicha musculatura habría sido un buen candidato para el papel, dado que apenas se denota carga dramática en Bruce Wayne más allá de odio y serenidad. Sigue gustándome más Christian Bale, tanto como Batman y como actor, y creo que los matices se quedaron en él, pero sabía que Ben Affleck iba a aprobar por lo expuesto anteriormente.


Alfred Pennyworth interpretado por Jeremy Irons, creo que esta frase habla por sí sola, porque poco más creo que se puede decir excepto que no se me ocurre otro actor británico de avanzada edad para dicho papel después de Michael Cane. La escasa sátira y humor que posee la película provienen prácticamente de él como fiel aliado tanto del murciélago, a modo de Oráculo, como de Bruce en su faceta de mayordomo, que por cierto reluce menos que nunca en la película. Supone su único y constante apoyo de respaldo moral gracias a su sabiduría, consejo y protección. Como siempre más que un sirviente es un aliado, compañero, amigo y lo más importante por encima de todo: su única familia.


Wonder woman supone una grata sorpresa, tanto Diana Prince en su personalidad y forma de vestir con sutiles referencias a su verdadera identidad, como la amazona predilecta, quien denota disfrutar de la batalla como guerrera que es, sin faltar en la gran pantalla el uso de elementos como la espada, los brazaletes y el lazo de la verdad. Su entrada en escena salvando a Batman no solo es espectacular, sino que representa la primera imagen de la Trinidad al completo por primera vez en el cine. En cuanto al resto de La liga de la justicia, su aparición es mero cameo anecdótico, sin comprender como un personaje como Aquaman haya podido disfrutar de tanta promoción para posteriormente solo aparecer un instante en la reproducción de un video, al igual que Flash y Cyborg; dicho material audiovisual está en posesión de Lex Luthor, en referencia a los archivos del proyecto metahumano.


Es destacable, sobre todo de cara a la continuidad, la reunión que se produce del elenco de El hombre de acero, ya no solamente hablando de personajes principales como Lois Lane, Perry White o Martha Kent, sino incluso de los secundarios, con mención especial a la aparición de Kevin Costner como Jonathan Kent, dentro del marco de un sueño y como refuerzo positivo a Clark, lo que hace echar en falta la presencia de Russell Crowe como Jor-El, para completar así el cast. En clara contraposición se encuentran las pesadillas de Bruce, entre las que se incluye una visión demasiado elaborada como para tratarse de una mera invención de su mente, en concreto un futuro apocalíptico donde la humanidad está sometida a Superman, poseyendo referencias mediante la presencia de los parademonios y el símbolo Omega al posible futuro enemigo de La liga de la justicia: Darkseid. Este mundo alternativo está inspirado por el videojuego y posterior serie de cómics Injustice: gods among us, debido a la muerte de Lois Lane, y la aparición de Flash alertando a Bruce para que los reúna tiene reminiscencias a Flashpoint y Crisis en tierras infinitas.


Quizás existe demasiada información para una sola película, o sencillamente son necesarias las escenas eliminadas para entender y comprender, por ejemplo, los conocimientos que posee Lex Luthor. Por otra parte resulta increíble indagar y tomar conocimiento de que Jimmy Olsen del Daily planet, eterno compañero de Clark Kent y Superman, aparezca acompañando a Lois Lane en su entrevista inicial en África, y que muera sin ni siquiera llegar a saberse quién es. Anatoli Knyazev, mercenario a las órdenes de Luthor, tiene una identidad que también pasa totalmente inadvertida al tratarse en realidad de un enemigo de Batman: KGBestia. Junto a ellos, existen numerosos detalles, ya sean concebidos para posibles y nuevas subtramas o simplemente como huevos de pascua, pero elementos como el traje de Robin expuesto en la batcueva con un mensaje del Joker grabado en él, no hace sino suscitar misterio y deseo de mayor conocimiento acerca de su muerte, tal y como sucedió en Muerte en la familia.


Prácticamente lo que considero peor de toda la película es Jesse Eisenberg como Lex Luthor, habrá que esperar si aparece en futuras entregas que dirección toma el personaje, pero su personalidad histriónica, excéntrica y descontrolada, no parece la mejor de la cual hacer gala al menos durante todo el metraje. Su presencia no llena la pantalla como debería, y curiosamente en su acción más agresiva de toda la película ni siquiera está presente: el atentado en el Capitolio. En él asesina a la imparcial senadora Finch, interpretada por Holly Hunter, quien desea que Superman declare por sus actos en plena audiencia democrática, y a su vez impide a Luthor importar la kryptonita encontrada en el océano índico con el objetivo de usarla contra él; entre las numerosas víctimas de dicha explosión, Lex sacrifica a Mercy Graves, asistente creada originariamente en la serie de animación. En cualquiera de los casos, finalmente consigue hacerse con el material radioactivo de la máquina planetaria proveniente de la terraformación de Krypton, pero es Batman quien la usa como uno de los pocos recursos existentes contra Superman para equilibrar fuerzas en su enfrentamiento.


Sin embargo quien parece ser el nexo de todo cuanto acontece es Lois Lane, repitiendo de este modo la misma fórmula que en El hombre de acero. Lo mismo sucede con Superman, a excepción de su identidad como Clark Kent, quien se muestra con una actitud quizás más agresiva de lo conveniente, teniendo en cuenta que su verdadera tapadera es su personalidad y no las gafas de pasta; desafiante con Perry White en cuanto al tratamiento de las noticias de Batman se refiere, incluso desobedece sus órdenes, por no mencionar acerca de su identidad secreta como se solventará el hecho de resucitar también a Clark. La muerte de Superman supuso un antes y un después durante un año de publicación de cómics sin su presencia, sin embargo el desenlace durante el funeral, revelando que no está muerto, es demasiado prematuro. En cualquier caso es una conclusión de conocimiento general, debido a su continuidad en las futuras entregas del universo DC, y a pesar de suponer una gran sorpresa no crea el impacto que debiera, residiendo el misterio en el modo como volverá. El emotivo sacrificio de Superman atravesando con la lanza de kryptonita a Doomsday, después de que Batman lo haya debilitado con gas del mismo elemento y mientras Wonder woman lo retiene con el lazo de la verdad, enfatiza el trabajo en equipo de la Trinidad y la motivación decisiva de Bruce para reunir a La liga de la justicia.


Hans Zimmer ha declarado que este será su último trabajo con superhéroes porque le ha resultado laborioso realizar esta composición; no es de extrañar, personalmente considero que ha hecho un ejercicio considerable de reinicio empezando desde cero, entiendo que a fin de evitar imitarse a sí mismo en su labor respecto a la trilogía de Nolan, y es que la banda sonora en las escenas del murciélago se acerca más a un punto de vista parecido al propuesto por Danny Elfman. Su trabajo en conjunto a Junkie XL ha conseguido romper esquemas cuando entra en acción Wonder woman, sea en persona o a modo de reportaje fotográfico. Quizás se sigue demasiado con Superman la estela de El hombre de acero, pero se agradece de nuevo dicha continuidad en este aspecto, y no deja de significar el tema asignado individualmente a cada personaje; en cuanto al elegante y estridente acompañamiento escogido para Lex Luthor, creo que consigue amor y odio a partes iguales. El compositor ha vuelto a realizar un excelente trabajo, dando de nuevo un paso adelante respecto a lo que puede ofrecer, y complementado la acción quizás con uno de los apartados más épicos de toda la película: el sonoro.


Zack Snyder ha realizado una obra maestra a nivel escénico y visual, dejando atrás la cámara en mano de El hombre de acero y creando auténticas viñetas trasladadas en movimiento a la gran pantalla, como ya hizo con Watchmen y 300; lamentablemente para esta ocasión el trabajo no estaba hecho, no existía un cómic auto conclusivo como borrador, y este hecho ha debilitado gravemente el resultado. Es difícil e injusto valorarla en profundidad, puesto que parece un elemento perteneciente a un conjunto del cual se tiene constancia pero no conocimiento, pero lamentablemente y sin excluir este caso, una película debería ser ideada individualmente; por definición puede no ser una metodología actual, sobre todo en este contexto de universo cinematográfico, pero este nuevo concepto parece facilitar la proliferación de prólogos y la atenuación de responsabilidad, dado que si la fórmula no funciona siempre existe otra oportunidad en marco de la siguiente entrega de la franquicia.


Batman v Superman: el amanecer de la justicia aprueba como película basada en la adaptación de un cómic a la gran pantalla, no obstante las expectativas para el histórico enfrentamiento de DC estaban demasiado altas como para que el resultado haya sido satisfactorio. Quizás el título no engaña acerca de lo que ofrece el contenido, incluso destacando la relevancia de Batman sobre Superman, pero el tiempo que se ha tomado en producirse dicha reunión para llegado el momento realizarse drásticamente ha sido perjudicial. No es la película definitiva de ambos personajes, y como producto genera más dudas de las que resuelve en su historia, siendo difícil centrarse en la acción debido a su ritmo; el casting de lujo y la banda sonora, no obstante, ayudan a crear el ambiente adecuado. Cuesta posicionarse con una valoración definitiva, cuando el mayor sentimiento que se apodera después de la proyección, reside en la espera de la siguiente película para que la información se complete, rasgo que caracteriza actualmente las salas de cine y que resulta más apropiado de una serie; sin embargo, el gran momento que todos los lectores de cómic esperábamos ha llegado.


El día contra la noche: el hijo de Krypton contra el murciélago de Gotham.