sábado, 19 de octubre de 2013

The weight of your love


Setlist

Sugar
Someone says
Smokers outside the hospital doors
Bones
Eat raw meat = blood drool
Two hearted spider
You don’t know love
All sparks
Formaldehyde
A ton of love
Like treasure
An end has a start
Bullets
In this light and on this evening
The phone book
Munich
The racing rats
Honesty

Encore

Bricks and mortar
Nothing
Papillon


Hoy ha sido en Barcelona el concierto de Editors en la sala Razzmatazz, con motivo de la presentación de su nuevo disco: The weight of your love. Este cuarto álbum está marcado por la salida de la guitarra de Chris Urbanowicz, y la entrada al grupo de Justin Lockey, en su sustitución, y de Elliott Williams como guitarra adicional y sintetizadores. Desconozco si este nuevo estilo adoptado es un paso más en su evolución o un comienzo desde cero con la experiencia adquirida, al fin y al cabo, con In this light and on this evening se derivó hacia la electrónica, por lo que este último en cuanto a progresión se ubicaría después de An end has a start. No obstante, no hay connotación negativa en ello, porque el disco mantiene la calidad a la que el grupo ha acostumbrado.


Dicho lanzamiento ha sido un acto muy premeditado: han pasado cuatro años desde el anterior álbum, teniendo en cuenta que los tres primeros discos tienen un espacio de dos años entre ellos. Estaba preocupado por la salida de Chris en cuanto al directo se refiere, pero con el hecho de que hayan entrado Justin y Elliot, parece como si la banda hubiera incluso querido compensar dicha carencia, teniendo en cuenta la duradera formación original desde el lanzamiento de The back room en 2005.


A pesar del cambio en la formación he conseguido que me firmaran al completo el vinilo del último disco. Russell Leetch me ha resaltado que le gustaba mi camiseta, que me compré precisamente en el anterior concierto de Barcelona en 2009; al llevar una calavera, como camiseta de Editors es atípica. Tom Smith también nos ha atendido sin problemas, le he comentado que estaba esperando con ganas el concierto, me ha respondido que él también. Poco después hemos visto a Russell pero esta vez acompañado de Elliot, uno de los dos nuevos integrantes, y luego ha salido Edward Lay. Justin se encontraba fumando fuera de la sala cuando hemos podido acceder a él para obtener la última firma que faltaba.


Un buen grupo se caracteriza fundamentalmente por un buen directo, que no conlleva necesariamente un buen espectáculo, y el nuevo álbum no defrauda en vivo, ganando en todos los aspectos. Las clásicas suenan incluso más a rock, herencia directa del aumento de cuatro a cinco miembros en la banda, pero puntualmente quizás se abusa de dicha condición y se crea más ruido y prolongación del mismo del necesario. Quizás es mejor poner el caso de Like treasure como ejemplo, que no resulta irreconocible pero sí se le arrebata lo que la hacía especial; aún así, es un precio bajo a pagar con tal de asistir a un concierto tan movido de principio a fin.


La motivación que se presencia sigue siendo característica, Tom sigue con sus excéntricos y extravagantes movimientos que tan personales resultan, eso sí, relativamente controlados en comparación de anteriores ocasiones. La conexión con el público cada vez se torna más completa, adquiriendo consciencia de la trascendencia sólida que existe, puesto que cuatro discos son suficientes, dada la duración del concierto, para interpretar parcialmente el nuevo disco y éxitos sin resentirse dicha base. Como prueba, la importancia atribuida a Papillon como desenlace, gran tema adaptado para esta nueva gira añadiendo ciertas modificaciones.








Es la séptima vez que los veo en directo y creo que ha sido la vez que más me han gustado, solo hay que vivir A ton of love, primer sencillo del último álbum, para entenderlo.


Desire!

No hay comentarios:

Publicar un comentario