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viernes, 5 de junio de 2015

Hold me, thrill me, kiss me, kill me


Hoy es el vigésimo aniversario del único single de U2 en todo el año 1995: Hold me, thrill me, kiss me, kill me. Solicitada expresamente a raíz de la película Batman forever, la canción fue nominada a Best video from a movie en MTV y derrotada por Kiss from a rose de Seal, que aparece también en la banda sonora. El score fue compuesto por Elliot Goldenthal, y se puede escuchar parcialmente en la cara B del single, junto a Tell me now de Mazzy Star dependiendo del formato.


Aunque fue la colaboración de más relevancia, no fue la única vez que los irlandeses guardaron relación con el personaje de cómic: Edge compuso el tema inicial de la serie de animación The Batman, y la camiseta de Larry en selectos conciertos de los ochenta transgrede como pura anécdota. La edición limitada en vinilo, a pesar de ser la edición de siete pulgadas más común, tiene la peculiaridad de ser roja. Existe una edición especial del CD en bolsa, que incluye el cómic de la adaptación oficial de la película junto a diverso material promocional, así como una portada de cartón alternativa del single, que consiste en un dibujo al más puro estilo visto en las viñetas.


El video oficial contiene en su inicio parte de una escena eliminada, donde aparece escrito en una pared de Arkham “El murciélago debe morir”. Hay dos versiones del mismo, diferenciadas única y exclusivamente por el cartel de un local aparecido en una secuencia concreta. El nombre inicial era Mister Pussy, en referencia al cabaret café propiedad de Bono, Gavin Friday y el director Jim Sheridan, situado al lado de la Tosca, restaurante italiano del hermano de Bono, y que posteriormente pasó a llamarse Nude. Debido a la censura, el título se modificó a Mister Swampy’s, en honor al perro de Kevin Godley, director del video. Cabe destacar que de forma explícita o no, el nombre decisivo permaneció en su concepto como eufemismo de los genitales del sexo femenino, traduciéndose su significado como “pantanoso”.


Existe una constante lucha de Bono en su personalidad de The fly contra Macphisto, el alter-ego inspirado en Mefistóteles. Como guiño potencial a esta disputa en el mundo de estrella del rock, se le puede apreciar en una escena leyendo The screwtape letters antes de ser atropellado, obra literaria en la que el aprendiz mantenía correspondencia con su maestro, intentando seducirlo hacia un lado satánico. Es una clara referencia al estatus y responsabilidad de tal condición: la posesión de poder y el mal uso del mismo, paradigma asociado a todo superhéroe de cómic. En dicho libro se hace una clara muestra de humor despectivo y prepotencia, actitudes dignas de ser adoptadas por un alumno respecto a su maestro. Se alcanza la perdición precisamente por el hecho de no poder soportar el peso de distintas vidas coexistiendo en una.


Una de las frases que aparecía en ZooTV era “Mock the devil and he will flee from thee”, y como sucedía en la novela, se presenta la muerte de Macphisto y sus motivos: la burla hacia el demonio lo hace desaparecer. En esta composición de conflicto interno surge precisamente el sentido del título de la canción, que coincide con la actitud de un fanático hacia su modelo de idolatría: adoración, elación, obsesión y condenación. Como paradójicamente indica la letra, el sujeto es asociado al ámbito divino e incluso religioso, esperándose una sucesión de acontecimientos de dicha índole, aunque como persona, sea más característico por conductas y actitudes sencillas. A pesar de ello, se trata la caída de la estrella como un acontecimiento inevitable, puesto que con el paso del tiempo si mantiene su estatus sin haber logrado más proezas, el único sentimiento transgresor es de fraude y decepción. Como si de la moneda de Harvey Dent se tratara, se presentan las dos caras de Bono como persona y su alter-ego de estrella de rock. La letra de la canción profundiza los excesos e incoherencias que conlleva ser líder en un grupo multitudinario: ser inherentemente humano a la vez que extraordinario, sometido a examen constante por parte de los demás en su condición. La crisis de dualidad es notable, y comparte junto a las diversas posturas expuestas paralelismo con los protagonistas de la película.


Ante la incertidumbre que reinaba respecto a la carrera musical de U2, esta canción hizo recuperar la fe de los fans y el público general, demostrando que el espíritu de innovación en el rock seguía latente en ellos. Dos años después, en 1997 y pleno marco de la gira Popmart como canción fija del repertorio, se escenificaba el final de Macphisto entre un gran revuelo de murciélagos en la titánica pantalla del escenario, con Bono luciendo los cuernos de su alter-ego, quizás como trofeo. Si bien la muerte de su personalidad alternativa por excelencia es mostrada previamente en el video, se puede comprobar en directo en una de sus últimas interpretaciones del concierto. Sirenas y sonidos estridentes anunciaban parcialmente la locura, pudiéndose tratar perfectamente de una posesión o conflicto interior ante diferentes realidades.


El tema interpretado en directo el 3 de diciembre de 1997 en Méjico, forma parte del bootleg oficial Hasta la vista, baby, cuyo nombre recibe origen en la famosa frase de la película Terminator 2: el juicio final, y que fue obsequio de la revista Propaganda. La canción forma parte del recopilatorio Best of 90-00, cuyo lanzamiento fue en 2002, y se encuentra en decimotercer lugar del primer disco, dejando patente la superstición en cuanto a la connotación negativa del número trece se refiere, dada la temática de la letra. La canción se volvió a interpretar en directo el 6 de agosto de 2010, en el inicio del nuevo tramo de la gira 360 en Turín. Se aprovecharon los efectos de iluminación, tanto del escenario como de la chaqueta de leds de Bono, como soporte a la escenificación con el micro, que colgaba de la estructura. Entre las frases célebres del especialmente escenificado momento, como “What time is it in the world? Showtime!”, se encuentra una alusión al Joker de El caballero oscuro.


Why so serious?

miércoles, 9 de noviembre de 2011

From the sky down


Curiosa esta única proyección en Barcelona en los cines Yelmo Icaria. No sé bien si llamarla promocional, al fin y al cabo la mayoría que estábamos allí seguramente ya habíamos comprado alguna de las ediciones. A su vez, la mayor publicidad que se encontraba era el título de U-2 (que no U2) en el rótulo de luces de la propia sala, una estancia que estaba medio vacía y que disponía de una modesta pantalla. Vamos a añadirle magia al asunto: por y para fans.

Especial el hecho de poder ver así este documental, que aparte de esta contada ocasión se tendrá que visualizar en casa, posiblemente a más calidad si es en bluray. Hablando de exclusividad, está claro que no se trató de ninguno de los preestrenos comerciales de U23D precisamente, fueron casi un par de horas para disfrutar únicamente de lo que la banda significa.

From the sky down empieza de forma sencilla pero eficaz: la banda a punto de empezar el único concierto de Europa de 2011, Glastonbury. Salta al instante la reflexión de cómo han llegado hasta allí, hasta esas alturas, preguntándose el cómo no se perdió nada por el camino y como el grupo progresó. Cómo fue posible que el paso del tiempo no les cortara las alas a pesar de su talento y como siguieron adelante a pesar de la adversidad.

Si bien es cierto que se centra principalmente en lo que representó el concepto de Achtung baby y su gira, que hizo posible todo lo que vino a posterior (habría sido un punto de no retorno en caso contrario), hace a su vez un recorrido más amplio desde sus verdaderos inicios. En esta perspectiva adulta y de cambio en base a la reflexión, no se olvida lo que supuso la magia adolescente y que, al fin y al cabo fue el principio de todo lo demás. Los gritos, la rebeldía y la conexión con el público de los 80 dieron lugar a la reflexión, madurez y autocrítica de los 90.

La película posee magia por naturaleza, ya que combina constantemente momentos realmente cómicos y situaciones quizás un poco más melodramáticas que lo de costumbre. En ellas, se realzan ciertas facetas que seguramente no habrían tenido cabida en la edición especial de The Joshua tree precisamente, y que incluso en otro contexto podrían haber parecido tener menos importancia y calado.

Berlín aparece como elemento predominante, no solo porque los estudios de grabación Hansa estuvieran allí, sino por lo que representó dicho territorio a principio de los 90. La caída del muro podría encajar perfectamente como representación del paso de Lovetown a ZooTV. Según transcurre la historia deja la sensación que las estrellas de los irlandeses se alinearon para iluminarles el camino, aunque fuera para caer después sobre su propio tejado y destruir su esencia. No es ningún secreto pero cuando se quiere dar sentido a lo que sucederá, solo cuando las circunstancias son idóneas, todo se produce por sí solo, a veces incluso es necesario.

La comparación en el marco musical también es considerable, ya no solo por la estética e influencias que estaban adoptando los nuevos U2, sino por la fácil similitud en cuanto al punto que habían llegado: el todo por el todo. Para según quien, el planteamiento lleva implícita la respuesta, pero quizás la base esencial fue la cohesión de cuatro amigos de verdad. El resto solo fueron ingredientes dispuestos correctamente a su debido momento.

Como en todo documental de música hay una pequeña parte técnica, que no creo que se tenga que extender más dado que no resaltará tanto como la sorpresa en sí misma al crear algo como Achtung baby: arte. Si la base es óptima y la actitud inesperada, el éxito viene dado por las circunstancias: una banda que se acercaba a su disolución, un tocar techo en cuanto a evolución se refiere, un cambio de década, época, sonido y una conexión nueva con el mundo necesaria. Ese era el momento una vez más, el momento de U2 y su nuevo sonido.

Y así, destruyendo toda su etapa anterior por completo a ese nivel, y dando un nuevo enfoque a todo lo hecho anteriormente como si lo hicieran de nuevo, consiguieron que muchos les odiaran. Pero también lograron que muchos les amaran. Se convirtieron en el prototipo perfecto de grupo de rock, con todas sus etiquetas y clichés, y usaron deliberadamente esa fórmula y todo aquello cuanto era criticable de ellos para, precisamente, formar esa estética. Ya no había lugar a dudas, la postura estaba clara, y ese era el cuerpo y base que daría a conocer todo lo demás: la superficialidad que daría paso al sentimiento más trascendental.

El desenlace se corresponde directamente con el inicio, Even better than the real thing en Glastonbury, con una considerable subida de volumen mientras aparecen los créditos para disfrute del poco público asistente.

Take me higher!

viernes, 19 de junio de 2009

A line on the horizon

U2 estaba ensayando para su inicio de gira mundial en Barcelona, así que no solo adapté el horario de mi trabajo para aprovechar el mediodía en el Camp Nou, sino que invertí el tiempo restante durante semanas en permanecer allí. Si no estaba en el estadio, era porque estaba trabajando o durmiendo en casa cinco horas de media o incluso menos.

Era el segundo día de los que había podido asistir y, después de disfrutar los ensayos y pruebas de sonido, la noche transcurrió larga hasta que hubo movimiento fuera del estadio. El único de los cuatro que hizo parar su coche y salió a atendernos fue Bono, a ojos de unas cámaras de televisión de TV3 que se encontraban a cierta distancia, para poder captar el momento sin interferir.

Aparentemente por toda la gente que había no firmaba ni se hacía fotos, solo daba la mano, así que me preparé para darle una buena encajada e incluso si cabía la posibilidad capturar el momento. Para ello dejé de lado el vinilo que tenía preparado del último disco, No line on the horizon, y me preparé para mi pequeño gran momento.

Bono se dirigió primero al otro lado y, al acabar de estar con la valla llena de gente y venir hacia nosotros, vi que estaba firmando en alguna que otra ocasión. Pensé que había que probar suerte, y más estando en primera fila y el último, siendo el más cercano a la puerta de acceso. No estaba asegurado el éxito porque iba bastante rápido, de hecho vi que se le dieron a firmar unas baquetas y al ver que tenía que entretenerse más de lo conveniente pasó a la siguiente persona. Dicho esto volví a coger el disco.

Se me cayó el rotulador que tenía preparado, que muy amablemente me devolvió uno de los miembros de seguridad que aparece en las fotos, que luego resultó ser amigo de una persona que conocía. Al ver que Bono se acercaba y que la gente empezaba a hacer presión, estiré el brazo con el vinilo y el rotulador y, antes de darme cuenta, se giró al encontrárselo prácticamente a su lado y lo firmó al instante con un rotulador que no me había percatado que ya llevaba él.

Le dije que muchísimas gracias, a lo que él me contestó que no había porque darlas. No me lo podía creer, con lo rápido que había sucedido, después de todo había sido esa noche uno de los afortunados. Tenía el disco que tanto me gustaba y estaba deseando escuchar en directo, firmado por Bono. El tenerlo dedicado me parecía inaccesible por el momento, no obstante allí estaba.

Instantes después, quienes nos encontrábamos allí empezamos a hablar y enseñar las fotos y firmas que habíamos conseguido, conseguí ver alguna del momento que me firmaba y hablaba pero lamentablemente yo no aparecía o no lo hacía de forma representativa. No obstante, cuál fue mi sorpresa cuando uno de los compañeros de fatigas del mediodía, se acercó y me dijo enseñándome su cámara: ¿cuánto me das por esta foto?

No me podía creer la suerte de que hubiera captado justo el momento, le di mi correo electrónico para que me pudiera enviar la foto. La verdad es que es de las pocas veces que había esperado con tanta impaciencia un mail, solo comparable a otra ocasión en la que esperaba unas fotos que me hicieron en Dublín, y pocas noches recuerdo haber vuelto a casa tan eufórico.

A pesar de mi eterno agradecimiento, la única manera que tuve para compensarle fue otro día hacerle el máximo de fotos posible cuando Adam salió a atendernos y nos estaba firmando. No obstante nada comparable a la fotografía, que además servía como perfecto certificado de autenticidad de lo sucedido.


 



Después de todo sí que había una línea en el horizonte.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Another day


Me había acostado sobre las doce y me he despertado a las nueve en punto, así que he seguido durmiendo hasta las once. Me he preparado poniéndome toda la poca ropa que he llevado para el viaje, visto lo mal que lo he pasado el día anterior, y me he ido directo para allí de nuevo, esta vez sin complicaciones una vez aprendido el camino.


He visto entrar a todos los miembros del grupo al mediodía, poco después se ha abierto la puerta y ha salido Bono. Al verme ha dicho que me había visto el día anterior a lo que le he respondido que yo a él también, aparte de la situación me ha hecho gracia al instante el juego de palabras, “I have seen you too”. Volvía a haber mucha gente a los cuales se han añadido obreros a los que ha firmado en el casco y para la hija de uno de ellos en un papel; he ido a intentar repetir foto cuando ha aparecido The Edge y he decidido estar con el único de los cuatro con quien aún no lo había conseguido. Me ha costado acercarme y hacerme la foto, a pesar de no intentar conseguir firma, y es que en cuestión de un día me he malacostumbrado dada la buena suerte que he tenido, la poca gente que había y lo que he conseguido; y es que las primeras fotos que me hice me parecían perfectas. Me han hecho un par y luego he intentado hacerme una, dado que estaba literalmente atrapado entre Bono y The Edge y no podía salir, bendito placer. Antes que se marchara Bono, le he dado la mano y le he dado las gracias por todo. Justo después de la vivencia, he ido a un restaurante cercano donde he comido como un rey y no ha faltado nada: vino, postres, café y unos entrantes y platos dignos de mención, al igual que la cuenta. Ha servido para compensar lo del día anterior con creces.


Al volver, la espera se ha hecho larga hasta que ha salido Adam ya entrada la noche, que nos ha atendido de nuevo con su característica amabilidad. The Edge ha salido con el coche y se ha ido no sin antes saludarnos, al igual que Bono. Larry también se ha ido pero sin decirnos nada, de hecho suele acelerar en dirección contraria, haber visto el coche ha sido cuestión de suerte. He ido a cenar a una pizzería, donde por cierto estuvo Edge para San Patricio, y luego a tomar unas pintas de Guinness a un pub irlandés. Luego bien entrada la madrugada me he ido al aeropuerto, donde he estado el resto de la noche sin dormir, aunque se me ha hecho realmente corto; justo antes de entrar en el avión, me he conectado desde un cibercafé justo al lado de la puerta de embarque, porque han notificado que mi vuelo lo habían retrasado una hora por el mal tiempo. A eso de media mañana he llegado a Barcelona, donde una vez en casa pensándolo bien, me ha parecido imposible lo que había hecho.


I have seen you too.