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miércoles, 23 de marzo de 2016

Batman v Superman: el amanecer de la justicia


Es difícil comenzar una crítica de este calibre, prácticamente con el único objetivo y ejercicio de proyectarme a mí mismo en un texto respecto a esta película mientras escucho la banda sonora de la misma, con la imperiosa necesidad de romper la cuarta pared en esta exposición dado lo que significa para mí. Cabe admitirlo, las dos joyas de la corona de DC cómics siempre han sido Batman y Superman, y en el séptimo arte ha parecido conformarse siempre como una presencia más que suficiente, sin embargo el esperado enfrentamiento nunca ha llegado a producirse, y mucho menos un universo compartido cinematográfico a excepto de alguna mención. Dicho tiempo y expectativas han producido una sobrecarga de responsabilidad al estreno, que parece haber surgido como respuesta al éxito de Marvel, con la diferencia que detrás de Batman v Superman: el amanecer de la justicia solo existe El hombre de acero.


¿Qué es Batman v Superman: el amanecer de la justicia? Por definición un versus donde coinciden por primera vez las dos piedras angulares en cuanto a adaptación de cómic a la gran pantalla por parte de Warner se refiere, a modo de precuela y prólogo de La liga de la justicia; lamentablemente ha sido el riesgo inherente a dicha fórmula, forzada al exceso de información y a una resolución abrupta de la trama, haciendo gala de un descompasado ritmo, lo que supone sentimientos encontrados. A pesar de las dos horas y media de duración, parece necesario más metraje para la total comprensión de la historia, resultando curioso que haya media hora más preparada para el lanzamiento de la versión del director en bluray, aunque se desconoce si rellenará dichos agujeros argumentales; la razón de su existencia es el contenido violento, evitando así la catalogación de la película para mayores de edad. Sin embargo, resulta más beneficioso comercialmente hablando la producción de películas de corta duración gracias a la capacidad de realizar mayor número de proyecciones al día, y obviamente por costes de rodaje, aunque en este supuesto está editado de antemano dicho contenido, por lo que queda descartado como principal motivación.


Los créditos iniciales son magistrales, mostrando la muerte de los padres de Bruce Wayne como nunca antes, plano a plano un calco de la viñeta del cómic incluso con la aparición del estreno de La máscara del Zorro; todo ello acompañado de una imperiosa y contundente banda sonora con reminiscencias a Danny Elfman, desenlazando en la caída a la cueva y la aparición del murciélago como elemento de nacimiento del personaje, lo que supone una pesadilla reiterada. “Metrópolis: la humanidad conoce a Superman”. Los acontecimientos que destruyeron la ciudad en El hombre de acero son vividos de nuevo desde el punto de vista de Bruce, quien se dirige a uno de los edificios Wayne a toda velocidad y en acto de desesperación debido al peligro; la escena caracterizada por el derrumbamiento de construcciones obliga a hacer doble ejercicio de memoria debido a los atentados del once de septiembre. La heroicidad y supremacía del último hijo de Krypton quedan subyugadas por el odio y la atribución directa de toda responsabilidad acerca de lo acontecido. Cimentadas con total base, exposición y argumentación, quedan pues las motivaciones de Batman contra Superman.


El argumento en lo sucesivo, acerca de la existencia de dioses entre la humanidad, la exigencia de responsabilidades y el hecho de relativizar lo que puede hacer Superman y cuestionar lo que debería hacer para que no actúe unilateralmente, se ve condicionado por los planes de conspiración y dominación a manos de Lex Luthor. Su villano por excelencia supone el catalizador para el histórico enfrentamiento, y lamentablemente este no es otro que el secuestro de Martha Kent. A su vez, la salvación de Superman a manos del golpe de gracia de Batman, se debe directamente a que la nombra, lo que supone una resolución fácil; la épica de la confrontación pierde considerablemente fuerza al ser altamente cuestionables su planteamiento y desenlace, destacando la destrucción de las perfectamente construidas razones y motivaciones de Batman. Zack Snyder es un indiscutible maestro en las escenas de acción, pero da la sensación que los guionistas Chris Terrio y David S. Goyer no le han dejado el trabajo fácil, y la épica sigue permaneciendo en Chistopher Nolan y su trilogía de El caballero oscuro. A pesar del tiempo transcurrido, Superman no ha evolucionado como personaje, de hecho no se ha producido acercamiento a la humanidad, todo lo contrario: supone más una entidad divina que nunca, cuyo seguimiento está dividido entre seguidores y detractores. Su muerte a manos de Doomsday, creado por Lex Luthor a partir del cadáver de Zod a un nivel narrativo estrepitoso cuyo origen recuerda a Bizarro, no hace más que conformar debido al sacrificio su posición como dios.


Snyder ha mostrado en apariencia un Batman más de cómic que nunca, y es un punto de vista que dejo en la superficie porque su preocupación por no matar parece inexistente. No es un secreto que Zack ardía en deseos por hacer una película de El regreso del caballero oscuro de Frank Miller, cuyas referencias son constantes, y el hecho de constatar agradecimientos a grandes dibujantes y guionistas en los créditos, por no decir los mejores, no hace sino confirmar dicha postura. Ha sido una actitud inteligente optar por dar un paso más allá en la ficción, de lo contrario habría sido reiterarse en las perspectivas expuestas anteriormente, como ejemplo la bestialidad empleada en la escena del batmóvil. No obstante como escena cumbre, la infiltración para rescatar a Martha Kent, donde saca a relucir todos los gadgets y movimientos de los que suele hacer gala en las viñetas; el murciélago seguramente se gana a un público que esperaba ver lo mismo que en la saga de videojuegos Arkham. Ben Affleck cumple, aunque sinceramente y teniendo en cuenta que predomina más que nunca la animación por ordenador, cualquier actor maduro de carácter serio que hubiera conseguido dicha musculatura habría sido un buen candidato para el papel, dado que apenas se denota carga dramática en Bruce Wayne más allá de odio y serenidad. Sigue gustándome más Christian Bale, tanto como Batman y como actor, y creo que los matices se quedaron en él, pero sabía que Ben Affleck iba a aprobar por lo expuesto anteriormente.


Alfred Pennyworth interpretado por Jeremy Irons, creo que esta frase habla por sí sola, porque poco más creo que se puede decir excepto que no se me ocurre otro actor británico de avanzada edad para dicho papel después de Michael Cane. La escasa sátira y humor que posee la película provienen prácticamente de él como fiel aliado tanto del murciélago, a modo de Oráculo, como de Bruce en su faceta de mayordomo, que por cierto reluce menos que nunca en la película. Supone su único y constante apoyo de respaldo moral gracias a su sabiduría, consejo y protección. Como siempre más que un sirviente es un aliado, compañero, amigo y lo más importante por encima de todo: su única familia.


Wonder woman supone una grata sorpresa, tanto Diana Prince en su personalidad y forma de vestir con sutiles referencias a su verdadera identidad, como la amazona predilecta, quien denota disfrutar de la batalla como guerrera que es, sin faltar en la gran pantalla el uso de elementos como la espada, los brazaletes y el lazo de la verdad. Su entrada en escena salvando a Batman no solo es espectacular, sino que representa la primera imagen de la Trinidad al completo por primera vez en el cine. En cuanto al resto de La liga de la justicia, su aparición es mero cameo anecdótico, sin comprender como un personaje como Aquaman haya podido disfrutar de tanta promoción para posteriormente solo aparecer un instante en la reproducción de un video, al igual que Flash y Cyborg; dicho material audiovisual está en posesión de Lex Luthor, en referencia a los archivos del proyecto metahumano.


Es destacable, sobre todo de cara a la continuidad, la reunión que se produce del elenco de El hombre de acero, ya no solamente hablando de personajes principales como Lois Lane, Perry White o Martha Kent, sino incluso de los secundarios, con mención especial a la aparición de Kevin Costner como Jonathan Kent, dentro del marco de un sueño y como refuerzo positivo a Clark, lo que hace echar en falta la presencia de Russell Crowe como Jor-El, para completar así el cast. En clara contraposición se encuentran las pesadillas de Bruce, entre las que se incluye una visión demasiado elaborada como para tratarse de una mera invención de su mente, en concreto un futuro apocalíptico donde la humanidad está sometida a Superman, poseyendo referencias mediante la presencia de los parademonios y el símbolo Omega al posible futuro enemigo de La liga de la justicia: Darkseid. Este mundo alternativo está inspirado por el videojuego y posterior serie de cómics Injustice: gods among us, debido a la muerte de Lois Lane, y la aparición de Flash alertando a Bruce para que los reúna tiene reminiscencias a Flashpoint y Crisis en tierras infinitas.


Quizás existe demasiada información para una sola película, o sencillamente son necesarias las escenas eliminadas para entender y comprender, por ejemplo, los conocimientos que posee Lex Luthor. Por otra parte resulta increíble indagar y tomar conocimiento de que Jimmy Olsen del Daily planet, eterno compañero de Clark Kent y Superman, aparezca acompañando a Lois Lane en su entrevista inicial en África, y que muera sin ni siquiera llegar a saberse quién es. Anatoli Knyazev, mercenario a las órdenes de Luthor, tiene una identidad que también pasa totalmente inadvertida al tratarse en realidad de un enemigo de Batman: KGBestia. Junto a ellos, existen numerosos detalles, ya sean concebidos para posibles y nuevas subtramas o simplemente como huevos de pascua, pero elementos como el traje de Robin expuesto en la batcueva con un mensaje del Joker grabado en él, no hace sino suscitar misterio y deseo de mayor conocimiento acerca de su muerte, tal y como sucedió en Muerte en la familia.


Prácticamente lo que considero peor de toda la película es Jesse Eisenberg como Lex Luthor, habrá que esperar si aparece en futuras entregas que dirección toma el personaje, pero su personalidad histriónica, excéntrica y descontrolada, no parece la mejor de la cual hacer gala al menos durante todo el metraje. Su presencia no llena la pantalla como debería, y curiosamente en su acción más agresiva de toda la película ni siquiera está presente: el atentado en el Capitolio. En él asesina a la imparcial senadora Finch, interpretada por Holly Hunter, quien desea que Superman declare por sus actos en plena audiencia democrática, y a su vez impide a Luthor importar la kryptonita encontrada en el océano índico con el objetivo de usarla contra él; entre las numerosas víctimas de dicha explosión, Lex sacrifica a Mercy Graves, asistente creada originariamente en la serie de animación. En cualquiera de los casos, finalmente consigue hacerse con el material radioactivo de la máquina planetaria proveniente de la terraformación de Krypton, pero es Batman quien la usa como uno de los pocos recursos existentes contra Superman para equilibrar fuerzas en su enfrentamiento.


Sin embargo quien parece ser el nexo de todo cuanto acontece es Lois Lane, repitiendo de este modo la misma fórmula que en El hombre de acero. Lo mismo sucede con Superman, a excepción de su identidad como Clark Kent, quien se muestra con una actitud quizás más agresiva de lo conveniente, teniendo en cuenta que su verdadera tapadera es su personalidad y no las gafas de pasta; desafiante con Perry White en cuanto al tratamiento de las noticias de Batman se refiere, incluso desobedece sus órdenes, por no mencionar acerca de su identidad secreta como se solventará el hecho de resucitar también a Clark. La muerte de Superman supuso un antes y un después durante un año de publicación de cómics sin su presencia, sin embargo el desenlace durante el funeral, revelando que no está muerto, es demasiado prematuro. En cualquier caso es una conclusión de conocimiento general, debido a su continuidad en las futuras entregas del universo DC, y a pesar de suponer una gran sorpresa no crea el impacto que debiera, residiendo el misterio en el modo como volverá. El emotivo sacrificio de Superman atravesando con la lanza de kryptonita a Doomsday, después de que Batman lo haya debilitado con gas del mismo elemento y mientras Wonder woman lo retiene con el lazo de la verdad, enfatiza el trabajo en equipo de la Trinidad y la motivación decisiva de Bruce para reunir a La liga de la justicia.


Hans Zimmer ha declarado que este será su último trabajo con superhéroes porque le ha resultado laborioso realizar esta composición; no es de extrañar, personalmente considero que ha hecho un ejercicio considerable de reinicio empezando desde cero, entiendo que a fin de evitar imitarse a sí mismo en su labor respecto a la trilogía de Nolan, y es que la banda sonora en las escenas del murciélago se acerca más a un punto de vista parecido al propuesto por Danny Elfman. Su trabajo en conjunto a Junkie XL ha conseguido romper esquemas cuando entra en acción Wonder woman, sea en persona o a modo de reportaje fotográfico. Quizás se sigue demasiado con Superman la estela de El hombre de acero, pero se agradece de nuevo dicha continuidad en este aspecto, y no deja de significar el tema asignado individualmente a cada personaje; en cuanto al elegante y estridente acompañamiento escogido para Lex Luthor, creo que consigue amor y odio a partes iguales. El compositor ha vuelto a realizar un excelente trabajo, dando de nuevo un paso adelante respecto a lo que puede ofrecer, y complementado la acción quizás con uno de los apartados más épicos de toda la película: el sonoro.


Zack Snyder ha realizado una obra maestra a nivel escénico y visual, dejando atrás la cámara en mano de El hombre de acero y creando auténticas viñetas trasladadas en movimiento a la gran pantalla, como ya hizo con Watchmen y 300; lamentablemente para esta ocasión el trabajo no estaba hecho, no existía un cómic auto conclusivo como borrador, y este hecho ha debilitado gravemente el resultado. Es difícil e injusto valorarla en profundidad, puesto que parece un elemento perteneciente a un conjunto del cual se tiene constancia pero no conocimiento, pero lamentablemente y sin excluir este caso, una película debería ser ideada individualmente; por definición puede no ser una metodología actual, sobre todo en este contexto de universo cinematográfico, pero este nuevo concepto parece facilitar la proliferación de prólogos y la atenuación de responsabilidad, dado que si la fórmula no funciona siempre existe otra oportunidad en marco de la siguiente entrega de la franquicia.


Batman v Superman: el amanecer de la justicia aprueba como película basada en la adaptación de un cómic a la gran pantalla, no obstante las expectativas para el histórico enfrentamiento de DC estaban demasiado altas como para que el resultado haya sido satisfactorio. Quizás el título no engaña acerca de lo que ofrece el contenido, incluso destacando la relevancia de Batman sobre Superman, pero el tiempo que se ha tomado en producirse dicha reunión para llegado el momento realizarse drásticamente ha sido perjudicial. No es la película definitiva de ambos personajes, y como producto genera más dudas de las que resuelve en su historia, siendo difícil centrarse en la acción debido a su ritmo; el casting de lujo y la banda sonora, no obstante, ayudan a crear el ambiente adecuado. Cuesta posicionarse con una valoración definitiva, cuando el mayor sentimiento que se apodera después de la proyección, reside en la espera de la siguiente película para que la información se complete, rasgo que caracteriza actualmente las salas de cine y que resulta más apropiado de una serie; sin embargo, el gran momento que todos los lectores de cómic esperábamos ha llegado.


El día contra la noche: el hijo de Krypton contra el murciélago de Gotham.

domingo, 19 de abril de 2015

33 salón internacional del cómic de Barcelona


Hoy ha finalizado el salón del cómic de Barcelona, donde la temática de este año ha estado claramente enfocada hacia la ciencia ficción y los cómics fantásticos. Puede asemejarse a una obviedad, pero lo cierto es que los géneros y temáticas de las publicaciones parecen no suponer ningún fin en su variedad.


Es el 75 aniversario de la creación de Joker, quien fue ideado un año después del murciélago, Capitán América y Spirit. Tanto el payaso del crimen, el centinela de la libertad y la creación de Will Eisner con residencia en Central city, comparten año de nacimiento en sus respectivas publicaciones.


Star wars ha desempeñado de nuevo un protagonismo considerable: las fechas del salón han coincidido con el lanzamiento del tráiler tanto de Batman v Superman: el amanecer de la justicia, dirigida por Zack Snyder con Henry Cavill y Ben Affleck, como de Star wars episodio VII: el despertar de la fuerza.


Entre las firmas expuestas, del reparto de la trilogía original de George Lucas que aparecerá en la nueva entrega, se hallaban las de Harrison Ford, Mark Hamill y Carrie Fisher. Ha sido anecdótico comprobar que entre otras, también estaban las de Richard LeParmentier, con quien pudimos estar en 2012; en concreto se ha tratado de dos: una del rodaje y otra de su parodia en Padre de familia.


Una exposición a destacar ha sido la de Anacleto, agente secreto de Vázquez, cuyo estreno de la película con Imanol Arias y Quim Gutiérrez es inminente. Sin lugar a dudas, la confluencia de eventos y acontecimientos se ha producido en el margen de estas fechas, tanto de cine como de cómics se refiere; curiosamente, además sin haberse producido a propósito dada la temática, la relación con la ciencia ficción ha sido inevitable.


El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente.

sábado, 31 de enero de 2015

Superhero day


El antiguo cine Nàpols de Barcelona, bautizado como nuevo hogar de Phenomena, ha dado cobijo a tres obras maestras del género, adaptaciones de cómic que no necesitan presentación: Superman de Richard Donner, Spider-man 2 de Sam Raimi y El caballero oscuro de Christopher Nolan. Las dos joyas de la corona de DC, Batman y Superman, han compartido cartel y sala de proyección; resulta inevitable pensar en la película donde, por primera vez, coincidirán ambos personajes.


Dawn of justice.

viernes, 21 de junio de 2013

El hombre de acero


Jerry Siegel y Joe Shuster crearon el superhéroe definitivo, cuya primera aparición fue el número uno de Action cómics en junio de 1938; de eso ahora hace precisamente 75 años, estamos de aniversario. Gracias a Christopher Reeve y su magistral interpretación del personaje, el legado de Superman en la gran pantalla se volvió inmortal y dejó huella para siempre: si fue el primer cómic del género, también supuso la primera película a nivel de repercusión. Bryan Singer dirigió Superman returns: el regreso en 2006, suponiendo una secuela directa de la atmósfera y mundo creados por Richard Donner en 1978 (con todas sus ventajas y desventajas teniendo en cuenta el cambio de época) y caracterizando a Brandon Routh como al último hijo de Krypton. Ha sido ahora, cuando los directores Zack Snyder (300 y Watchmen) y Christopher Nolan (Batman begins, El caballero oscuro y El caballero oscuro: la leyenda renace), se han puesto manos a la obra para reinventar el personaje dándole un aire fresco e innovador a la historia y poder así crear la película definitiva de Superman, al menos en cuanto a su origen se refiere.


Henry Cavill ha nacido para el papel, se desenvuelve en todas las tesituras del personaje asombrosamente, realizando una gran interpretación en todos los aspectos gracias a las posibilidades que ofrece el superhéroe al no tener la cara oculta. Es un actor que durante toda la película muestra todos los sentimientos que vive como un libro abierto, precisamente el origen como tal condiciona la progresión del héroe en este aspecto hasta que llega a definirse totalmente, desde este punto de partida queda establecida la escala de valores por la cual se regirá. Como protagonista de cómic, es el más poderoso de todos, pero precisamente y debido a toda su fuerza, los sentimientos, emociones y principios que le mueven han de mostrarse como mayores nexos en la trama para que esta resulte interesante. Todo ello sin entrar en el parecido y la preparación física, habiendo sido el primer actor que ha realizado un entrenamiento exhaustivo para encarnar este papel.


Russell Crowe retoma el rol que ya hiciera Marlon Brando como Jor-El, sobran palabras y elogios al respecto ante tal actor, siendo el protagonista absoluto del inicio de El hombre de acero en Krypton, un perfecto arranque a modo de premonición de lo que supondrá la película: acción épica. La destrucción del planeta con el plano de Lara-El inmersa en su dolor y soledad ante la ausencia de su marido no deja indiferente. A pesar de su muerte, debido a la cual la destrucción del planeta resulta más trágica, sigue apareciendo posteriormente gracias a la tecnología de Krypton. Para esta ocasión su presencia va más allá de meras proyecciones de las bases de memoria, por lo que por suerte se puede disfrutar en su plenitud de la interactuación de padre e hijo, aunque sea de forma artificial.


Michael Shannon resulta brillante como Dru-Zod, debido al control artificial de nacimientos y la asignación del cargo para el cual servir, quedan más que justificados y comprendidos sus motivos que lo guían como general para acabar desatando un golpe de estado y en consecuencia una guerra. El deseo de perpetuar su planeta natal y su pueblo según lo establecido es prioritario ante todo, por violentos y crueles que sean sus métodos, y precisamente en esa coyuntura, el primer niño nacido libre y último hijo de Krypton, se convierte solo por su mera existencia en su total antagonista. Kal-El se considera miembro de la humanidad y ante ese sentimiento aparece el instinto protector, considera que su planeta natal ya tuvo su oportunidad; esta forma de pensar junto al hecho de que, gracias a la inclusión del códice en su cuerpo como única opción posible de volver a crear Krypton, contrarían los designios del general y exaltan a su máxima potencia esa rivalidad. El contraste entre la dictadura y la libertad son evidentes, Shannon transfiere constantemente con su actuación toda esta motivación personal hecha obsesión y convertida en locura.


Kevin Costner como Jonathan Kent acaba de conformar lo que es un casting de lujo junto a Diane Lane como Martha, sirviendo ambos como la base central y eje de la educación y forma de ser de Clark, enseñanzas, educación y vivencias compartidas gracias a las cuales, se verá repercutida toda la humanidad en la moralidad y ética de su hijo. Los dos actores que lo encarnan en sus épocas tempranas de niño y adolescente, con especial mención del segundo debido a su especial parecido, muestran la parte más humana del personaje gracias a sus padres adoptivos.


Quizás el papel de Lois Lane es difícil de destacar, pero Amy Adams cumple, siendo para esta ocasión más agresiva. Se trata la relación con Clark de forma directa, de hecho se elimina el misterio acerca de su identidad, a pesar del deseo de Lois de conocer su origen. Lawrence Fishburne como Perry White es difícil de concebir, por un lado tiene evidentes diferencias respecto al cómic, pero por otro no desentona en el papel del conocido jefe. Antje Traue ejecuta perfectamente a Faora-Ul, representando una auténtica belleza mortal, en perfecto contraste de su acompañante militar, que para mi reminiscencia es grande, abrupto y despistado.


La sobradamente conocida historia no es nueva, pero es abordada con agilidad e inteligencia mediante flashbacks, mostrando las conclusiones sin interludios, evitando así repetirse. Esta necesidad de no prolongar la duración de la película más de lo necesario con Smallville, puede haber restado de forma incorrecta dramatismo a la muerte de Jonathan. La explicación de la misma siempre ha sido una enfermedad o un ataque al corazón, algo que su hijo, con todo su poder y potencial, jamás ha podido evitar. El giro argumental está servido gracias a su sacrificio, debido a la obsesión por la protección de un padre por encima de la seguridad ajena, incluida la suya. En el último momento que comparte con Clark antes de su muerte, después de una fuerte discusión, este muestra a pesar de su dolor, por primera y última vez, confianza y respeto a su voluntad y autoridad.


David S. Goyer (guionista de la trilogía de El caballero oscuro), no considera en su guión necesaria una presentación de nombres tales como Metrópolis, Smallville y Superman, hecho con el que precisamente juega; lo mismo sucede con la sorpresa de que aparte de su personalidad, la única diferencia visible creada para su identidad secreta en Daily planet, siguen siendo solo las gafas. Una vez más, la historia está escrita, y respetar fielmente el cómic puede conllevar incongruencias si se desea un origen contundente y con fundamento, búsqueda paradójica en parte tratándose de un superhéroe que vuela y puede visualizar rayos caloríficos.


La acción en la película parece desmesurada inicialmente, al igual que el argumento, que puede asemejarse como precipitado, pero en cuanto se asienta el conjunto, se descubre que realmente están en porciones de medida justa y necesaria. Kal únicamente entra en juego cuando la vida de otras personas depende de su actuación, y usa el traje concebido por su padre solo ante la amenaza inevitable de Zod. Por otra parte, es el trato debido dado el cómic en cuestión, a pesar que al ser la sexta película parezca que no se podía aportar nada nuevo en muchos aspectos a la historia de Superman. Es la primera vez (gracias a que los efectos especiales lo permiten) que se ven en la gran pantalla las verdaderas hazañas y posibilidades reales del superhéroe, al igual que su lado más sufrido y oscuro, facetas y sentimientos que no se habían explorado lo suficiente hasta la fecha. También se muestran y enfatizan los cambios que experimenta el cuerpo debido a la nueva atmósfera, suponiendo de forma temporal una debilidad debido al exceso de percepción de información en los sentidos, una debilidad temporal que perfeccionar.


Resulta totalmente injusta la comparación con El caballero oscuro de Nolan, a pesar que dado el punto de vista realista y actual que se ha adoptado y que Chris ha permanecido en las sombras de la producción, es inevitable no establecer relación. No obstante, a pesar que la combinación de ambos personajes resulta realmente efectiva precisamente en su contraste, no son iguales, y por lo tanto es imposible, a pesar de establecerse como asesor, que el director en su estilo y esencia ejerza la misma influencia. En este aspecto, el manto de la capa ha sido recogido vigorosamente por Zack Snyder, quien ha cumplido como experto en cine de acción, dejando atrás el tan recurrido tiempo bala, e incluyendo escenas tipo cámara en hombro, quizás de forma arriesgada y logrando acierto en unas escenas más que otras. En cualquier caso, aplica a la película un ritmo adecuado en la sucesión de acontecimientos y se muestra elegante en el planteamiento de las escenas, que resultan totalmente efectivas en conjunto con la banda sonora.


Como referencia al universo DC, el satélite de empresas Wayne cumple su oculto objetivo de confirmar que se trata del mismo espacio y tiempo, detalle contundente teniendo en cuenta lo esperada que es una película que reúna a los dos grandes personajes de la editorial: Batman y Superman. En cuanto al propio cómic, Lexcorp aparece en edificios y vehículos en distintas ocasiones, conformando una clara referencia de cara a una secuela, tan abierta como la cápsula que encuentra Kal en la nave.


En cuanto al ámbito sonoro, Hans Zimmer vuelve a ser el acertado autor, definirlo como épico es mero eufemismo. La sombra de John Williams puede perturbar y acongojar a cualquier posible sucesor en este campo, no es su caso, que si bien no consigue que se olvide al primer compositor, logra que se pase página. Pueden parecer repetitivas algunas notas en según qué instantes, o que no lleguen a asignarse los temas individualmente a los personajes tanto como en el score de otras obras suyas, pero salvo algún pequeño matiz de este tipo, logra conseguir con creces la meta de instaurar un nuevo himno en El hombre de acero.


A mi modo de ver, el objetivo de esta película ha sido traer sangre nueva al mundo de Superman, respetando fielmente la historia del cómic en su esencia. Si bien elementos y escenarios como la fortaleza de la soledad o la zona fantasma han sido actualizados o transformados como conceptos, a día de hoy el legado de Christopher Reeve en sus películas sigue vivo y no se olvida. Como prueba de ello, la cara de Henry Cavill, en concreto cuando Kal-El está ubicado debajo del rayo terraformador del Black zero. Tanto como origen y como película, El hombre de acero supone una historia concluida; no obstante, vuelva a aparecer Superman o no en la gran pantalla, el personaje tiene unos perfectos cimientos sobre los que seguirse construyendo la historia.


Intentarán seguirte, tropezarán, caerán, pero con el tiempo se unirán a ti en el sol.

lunes, 17 de junio de 2013

¿Qué significa la S?


Hoy me he levantado prácticamente a las cuatro de la madrugada, ¿el motivo? Coger el primer tren para ir a Madrid, donde iba a tener lugar la premiere de El hombre de acero con los actores Henry Cavill, Russell Crowe y el director Zack Snyder. Las causas que me han motivado a ir son Crowe como uno de mis actores favoritos, a pesar de considerarlo un sueño y dar por imposible una foto con él, y Cavill como el nuevo Superman, teniendo en cuenta el cariño con el que trata a sus fans. Aún estaba sorprendido que Russell fuera a la capital, en cualquiera de los casos la asistencia de ambos actores es lo que me ha llevado también a viajar.

L.A. confidential
Después de breves y pésimos sueños durante el viaje, al llegar a la ciudad he pasado por casa de mi suegro para tomarme un café con él, cuyo actor favorito es precisamente Russell Crowe. Me he aseado y he intentado descansar, aunque ya sabía que mi inquietud no me lo iba a permitir, y menos después de descubrir un mensaje del versátil actor australiano de la noche anterior que espetaba “¿Dónde estoy?”, seguido de una fotografía de una botella de vino, Capitán Alatriste. Ha sido entonces cuando en cuestión de minutos estaba merodeando por los hoteles e intentando conseguir información al respecto y, a pesar de tener prácticamente total seguridad de donde estaba alojado, me han supuesto castillos en el aire en comparación de la seguridad de la premiere. Al dirigirme hacía allí aproximadamente a las once de la mañana y comprobar que había gente ocupando la valla, me he apostado allí desde entonces.

Gladiator
Casualidades de la vida, me he encontrado junto a miembros y autores de la comunidad La fortaleza de la soledad y de El consejo kryptoniano, compañía sin la cual la larga espera no habría sido lo mismo. Si ya de por sí, a veces parece una proeza que lleguen aquí este tipo de eventos, vista la desorganización constante parecemos principiantes. Por lo visto, los cuerpos de seguridad al pasar por la mañana han confirmado que estaba todo en orden, pero el personal del siguiente turno se ha negado rotundamente a esa afirmación y ha hecho saber que bajo la responsabilidad en su tiempo de servicio no se iba a correr riesgo alguno. Inicialmente no han querido cortar la calle, acción que han acabado realizando igualmente a pesar de las negativas al delimitar un carril unos escasos metros para desviar el tráfico, y así asegurar a los asistentes. No obstante se ha exigido alejar la valla del tráfico, acercándola así al espacio del photocall y ampliando escuetamente la movilidad en la acera.

Una mente maravillosa
Por lo que a mí respecta, he preferido los cines Capitol en concreto, dado que al ser un espacio reducido había más posibilidad que nos atendieran a todos y aparecer en alguna foto o video ajeno, ya fuera de la prensa o los fans. Los problemas de logística se han sucedido cuando, transcurrido el tiempo y con la mayor parte de asistentes estacionados y todo el material promocional ubicado, han querido proceder con el movimiento de vallas. Haciendo unión entre nosotros para que se respetara nuestro lugar, hemos incluso ayudado a mover las vallas, momento surrealista como pocos.

Robin Hood
Desde buena mañana además, hemos analizado donde colocarnos estratégicamente, porque justo a nuestra izquierda nos delimitaba una apertura en la valla metálica por la cual iban a pasar los actores; no obstante, la masa de público llevaba acumulada ahí desde entonces sin previo aviso, a pesar de advertirlo en numerosas ocasiones a la organización sin éxito. Por la parte que nos incumbe, nos hemos temido que llegado el momento al intentar movilizar a las personas, hubiera presión e incidentes justo donde estábamos. Y así han transcurrido las últimas horas de pesadilla, con más preocupaciones que distracciones. El cansancio acumulado se ha apoderado de mis compañeros y de mí, y es que si mi gran miedo ha sido ir solo por si todo se desbarataba, por ello mismo he ido con la idea de no moverme un solo momento de mi lugar en todo el día.

Immortals
Por lo visto a pesar que Henry Cavill tenía programado asistir a El hormiguero, no le ha gustado el formato y ha declinado la propuesta; a pesar de lo atento que es el actor, quizás en esta anécdota sale a relucir la vena británica. Curiosamente Russell Crowe que, lamentablemente ha sido protagonista de mala fama no merecida, y al cual considero realmente natural y sincero, sí le ha gustado la propuesta y ha accedido a asistir en su lugar. El programa se iba a grabar de seis a siete de la tarde, por lo que hemos calculado que alrededor de las ocho ya empezaría a haber movimiento, todo y que no estaba confirmada de forma definitiva la hora, a pesar de las indicaciones.

La fría luz del día
Conforme se acercaba el gran momento, ha llegado otra situación de estrés e incertidumbre, si ya de por sí mover las vallas con toda la gente y tener que retirar todas las lonas y material publicitario para volver a colocarlo nuevamente ha sido toda una labor, no ha parecido suficiente. Como contrapartida de esta acción, el equipo personal de seguridad ha exigido que entre la valla y el stand del photocall debía haber exactamente dos metros. Al no ser así al haber movido las vallas, y en conjunto con otras irregularidades, han sido numerosas las veces que se han oído frases como que se cancelaba el evento o que los actores no iban a asistir. A veces es un milagro que algo salga medianamente bien, y he aquí cuando intervienen notablemente la personalidad y profesionalidad de los artistas, porque de lo contrario parece que se sirva en bandeja el deseo de no apostar su integridad física.

El amanecer de los muertos
Los actores estaban llegando, por lo que han abierto la valla por la puerta metálica y han apostado a la gente que había a ambos lados sin ningún tipo de separación, pretendiendo que los actores pasaran por ese pasillo humano de escasos centímetros de espacio. Las vivencias y experiencias del día por lo visto estaban sirviendo para tener una fe ciega en la buena voluntad de la gente, cuando curiosamente se ha cuestionado y medido constantemente toda la estructura del evento por una diferencia mínima de espacio. Quiero creer que visto lo que ha pasado luego ha sido un desvío de atención, cosa que igualmente no era necesaria, fuere como fuere sigo sin entender nada.

300
He llevado las portadas de bluray de Immortals, Watchmen, 300 y el pack de Gladiator y Robin Hood, aunque la organización ha repartido material promocional de El hombre de acero para las firmas, en concreto una lamina con la portada de la película. Lamentablemente han repartido dos modelos, en uno el reverso estaba en blanco y el otro contenía la ficha técnica, por suerte he cogido la versión completa. Dado el esfuerzo, tiempo y nervios invertidos, si ha habido momentos por la mañana después de llegar que he tenido cierta esperanza, por la tarde se ha esfumado por completo. Pensaba que había ido allí para nada, y es que el cansancio extremo no estaba siendo precisamente anulado con la incertidumbre de lo que iba a pasar ante tal desorganización. La presión de la gente cada vez ha sido mayor y, a pesar de no haber hecho calor y no haber llovido salvo dos puntuales gotas, apenas se podía estar en condiciones. La peculiar e incómoda velada se ha amenizado brevemente con el acto de aparición de personajes tales como Santiago Segura, Alberto Chicote y Christian Gálvez.

Watchmen
Ha sido entonces cuando la gente se ha exaltado, los actores por lo visto han entrado por la salida posterior del cine Capitol, y Henry Cavill me ha pasado por delante. Me ha sorprendido porque me ha dado la sensación de ver a Superman, me ha parecido nacido para el papel, unido a que siempre es un momento único ver por primera vez de cerca a un personaje que se admira. Le hemos llamado y ha dicho que ahora volvía, porque ha empezado a firmar por el final de la valla a nuestra derecha, por lo que he preparado mi carpeta con el poster de la película y la portada de Immortals. Cuando me he querido dar cuenta, dado que mis ojos estaban posados en Henry, que cada vez estaba más cerca, también ha pasado Russell Crowe por delante de mí. Me he quedado muy impresionado, no me lo he podido creer, me ha impactado tenerle tan cerca de repente. Le hemos llamado y ha dicho también que ahora volvía, al pasar por detrás de Cavill, que estaba firmando y a punto de llegar a nosotros, le ha preguntado sonriendo cómo iba la cosa.


Conforme se acercaba el actor protagonista, nuestras camisetas de Superman se hacían evidentes y hemos arañado más segundos con ellos de lo convenido, de hecho uno de mis compañeros de fatigas le ha preguntado que consejos le podía dar a un joven actor, ha respondido algo así como mucha perseverancia, entusiasmo y profesionalidad. Cuando ha llegado mi turno, y habiendo comprobado que se estaba haciendo fotos, le he dicho que he venido de Barcelona solo para la premiere, me ha firmado el poster y al pedirle foto ha posado conmigo. Me la ha hecho además no una persona cualquiera, sino un compañero del grupo con el cual nos hemos intercambiado cámaras antes para hacernos fotos mutuamente. Es un gran dibujante, lamentablemente no ha podido adentrarse aún en el peculiar mundo del cómic, donde quizás para iniciarse siempre hace falta un buen contacto, a partir del cual poder demostrar la auténtica valía. Para prueba de ello, solo hace falta ver un dibujo suyo del Superman de Christopher Reeve en estado de ira, como en la tercera parte, a raíz del contacto con la alterada kryptonita de defectuoso origen e incorrecta composición. Cuando he visto la foto no me lo podía creer, no todos los días se puede decir que se tiene foto con Superman. Ya había valido la pena todo lo sufrido.


Pocos momentos después ha sido cuando se ha acercado Russell Crowe y he visto que también se estaba haciendo fotos con los fans, al ver que era factible y solo con contemplar tal posibilidad, mis nervios han aumentado. Si con Henry el público ha estado exaltado, con el oscarizado actor la primera fila de la valla no ha tenido nada que envidiar a la de un concierto. Viendo que Cavill me ha firmado el poster, siendo solo una firma por persona, he optado por darle prioridad para tener todas las firmas de El hombre de acero reunidas. Cuando Russell se ha colocado enfrente de mí y me estaba firmando, le he dicho que es mi actor favorito y al pedirle foto ha posado amablemente, de hecho hasta que no se ha asegurado que ha salido no ha dejado de sonreír. Cuando he comprobado que había salido bien, si en la anterior ocasión no me lo podía creer, justo en ese momento la adrenalina se ha apoderado totalmente de mí; es curiosa la droga natural que supone en estos casos y cómo funciona el cerebro humano, porque el cansancio desaparece y se activa el cuerpo de repente, pasando de cero a cien ante tal hazaña.


Zack Snyder ha hecho acto de aparición, pero ha tenido que interrumpir su atención  hacia los fans para ir un instante al photocall, advirtiendo que volvía en breve. Detrás de un gran hombre hay una gran mujer, y en esta ocasión se trata de Deborah Snyder, quien también ha intervenido en la producción de la película. Nos ha firmado y se ha hecho fotos con especial atención y amabilidad. Al volver Zack, ha continuado firmando exactamente desde el punto donde lo había dejado, ha sido por un momento como si no se hubiera ido. Ha caído otra firma y otra foto, esta vez con el aclamado director, justo después que mis colegas le hayan felicitado por su película Sucker punch. ¿Quién me iba a decir que el sábado iba a estar con el dibujante de Watchmen y el lunes con el director de la película?


Al desaparecer Snyder hemos podido salir de la opresión para respirar libres. Me he despedido del grupo y, luego de comer y beber algo rápido que me ha sabido a gloria, he cogido un taxi. Es imposible explicar lo sentido, al ser puro sentimiento. Al llegar a casa de mis suegros, donde justamente han acabado de ver a Russell Crowe en El hormiguero, me ha costado conciliar el sueño a pesar del cansancio, y es que los nervios y expectación ante lo sucedido aún estaban latentes y a flor de piel. Aparte de la premiere en Madrid, tenía en mente recoger personalmente dos vasos en forma de calavera de Crystal head vodka y una caja para una de las botellas, que tenía reservados desde cuando asistí precisamente a la presentación en Gourmet experience. Así, si no tenía éxito, al menos habría aprovechado el viaje; no he sido consciente, por suerte, acerca de lo completamente equivocado que podía estar.


Esperanza.