martes, 23 de abril de 2013

Sant Jordi 2013


Puestos a aprovechar el día me he pedido fiesta expresamente, por lo que aproximadamente a las diez de la mañana me encontraba merodeando por el centro; se podía intuir el stand de Francisco Ibáñez pero aún no había nada organizado, pero para otras firmas sí, a pesar que aún no habían empezado los horarios. A pesar que la cosa seguía en calma, hemos corrido el riesgo y hemos aprovechado el tiempo colocándonos en la cola para Risto Mejide y Christian Gálvez. Las decenas de personas que estábamos congregadas íbamos a distintos autores, así que la organización nos ha preguntado si estábamos también para Gálvez, al responder afirmativamente nos han dicho que pasáramos.


Christian estaba libre, a pesar de estar al lado de Risto, el cual era motivo de la gran acumulación de gente. Les he dicho que al ir juntos parecen el lado luminoso y el lado oscuro, Mejide me ha contestado que ni hecho a propósito; a Gálvez le he dado su libro Tienes talento para que me lo firmara y le he comentado lo buena pareja que me resulta con Almudena Cid y la empatía que desprenden, que me tenía que contar el secreto. Ha remarcado con humor que más que pareja matrimonio, al menos por el momento, y respecto a la simpatía que era posible gracias al respeto y a la tolerancia, curiosas palabras teniendo en cuenta a quien tiene al lado. La organización, al igual que la ubicación en las carpas (solo hay que ver el perfecto contraste de iluminación en las fotos), han dejado que desear. De hecho el conocido presentador, según me ha comentado, apenas se podía mover en su sitio.


Al ponernos a esperar a Risto, a pesar de tener pocas personas delante, el hecho que diversos medios aprovecharan el horario de los escritores para entrevistarles, y el exceso de tiempo que se han tomado algunos asistentes, ha hecho que en cuestión de apenas unas firmas se haya tenido que ir. Me ha firmado rápidamente #Annoyomics y El pensamiento negativo, y he aprovechado para comentarle lo indignante que me ha resultado que hubieran retirado su puja, donde subastaba el espacio de su columna, en el que tanto el dinero de la puja como el de su correspondiente sueldo por la labor, estaban destinados a la asociación de afectados por la hipoteca. Curiosamente en el conocido servicio de subastas se pueden encontrar bolígrafos a cientos de euros que incluyen como regalo entradas, sin embargo parece que no quieren relacionarse con según qué fines, a pesar que resulten totalmente ajenos a ellos, dada la legitimidad y ausencia de relación en el servicio en sí, en cuanto al hecho de usar la cifra conseguida con libre albedrío se refiere. Risto estaba indignado, le he comentado hablando de molestar, tal y como el subtítulo de su último libro indica, que no se hubiera limitado a editarlo con la extraña forma que tiene para que no se pueda sostener de pie por sí solo, sino que lo hubiera maquetado al revés, para que se tuviera que leer con un espejo. Me ha contestado que es una idea que ya ha usado para un prólogo, pero que está de acuerdo conmigo que de este modo se leería el libro quien realmente le interesa de verdad.


Hemos salido corriendo para la cola de Ibáñez, donde no teníamos muy claro si lo íbamos a conseguir al tener solo una hora de tiempo. Ha sido una grata sorpresa lo bien gestionada que estaba la cola, no solo para mejorar la distribución han colocado separadores sino que han repartido números y hemos sido los últimos para firmar de nuevo. Le he dado El coche eléctrico, número 155 y última publicación de Mortadelo y Filemón, donde me ha dibujado a Mortadelo disfrazado de fantasma. Luego hemos perdido un poco el tiempo debido a los cambios de última hora y al total desconocimiento acerca de donde se encontraban los autores que nos interesaban, debido al caos que se estaba produciendo con otros más mediáticos.



En otra librería, a pesar de toda la gente que había, realmente nadie estaba haciendo cola para Mario Vaquerizo, por lo que al preguntar nos hemos dado cuenta que ya era nuestro turno. Había gente que simplemente estaba mirándole y haciéndose fotos, y creo que en algún caso actualizando redes sociales con el móvil; el problema es que una vez habían conseguido lo que querían no se retiraban, comportamiento que sumado a los transeúntes de la propia calle ha creado una conglomeración. Todo y que es un día en que teóricamente los propios organizadores y comercios dan prioridad obviamente a quien tiene libro, luego no es algo que se lleve a la práctica salvo excepciones. En este aspecto, Vaquerizo ha demostrado ser una persona íntegra y atenta, que al ver que llevaba su libro Haciendo majaradas, me ha agarrado para llevarme a su lado y darme prioridad absoluta. Le he preguntado si nadie había comprado su libro al no verlo, y me ha contestado que como no era una novedad y ya había estado firmando con anterioridad, quizás la ausencia de este se debía a ello. Se ha mostrado de lo más simpático y afable, todo un saber estar.


Después de comer he ido a ver a Daniel Brühl, actor catalán de origen alemán que aparece en películas tales como Intrusos, El ultimátum de Bourne y Malditos bastardos. Nuevamente, a pesar de los pocos que éramos y del orden que intentábamos establecer entre nosotros, el descontrol ha vuelto a ser el protagonista de la situación, a pesar que haya sido solo por un momento cuando yo estaba presente, al ser de los primeros. Le he dado para firmar Un día a Barcelona.




Luego ha tocado el turno para Alberto Chicote, cocinero y presentador del programa Pesadilla en la cocina, donde para la gente que pasaba por allí ya no ha sido suficiente detenerse a mirar sino que había que empujar para llegar hasta primera fila y una vez allí no moverse un ápice, para poder hacer fotos con el móvil para informar a todo el mundo acerca de lo que estaba sucediendo. Lamentablemente vuelve a ser un problema de la organización, es curioso el caos que se ha creado en librerías especializadas y luego como en establecimientos genéricos han realizado una cola en condiciones, por momentos me ha dado la sensación de estar en un concierto. Le he comentado que quería empezar a cocinar en serio, esperando no pasar de una pesadilla en la cocina a una pesadilla en el hogar, gracias a un incendio después de las enseñanzas de su libro de recetas del programa. Me ha dicho, al igual que me ha dedicado, que cuando empiece a cogerle el gusto me daré cuenta de lo que me he perdido hasta ahora.


Loquillo era el único para el cual no me había comprado libro, pero al no haber nadie y estar completamente solo, le he preguntado si le importaba que me hiciera una foto con él a pesar de ello. Ha accedido sin problemas.


Luego volviendo he visto a Àngel Llàcer, no tenía el libro y al verlo interactuando con la gente le he preguntado por él, le he dicho que me convenciera. Me ha contestado que era muy malo vendiéndose, que me iba a gustar, le he preguntado acerca de qué trataba y tampoco me ha concretado. Al final le he dicho que me lo resumiera con una palabra, la respuesta ha sido agradable. Lo he comprado y le he comentado que era motivo de risa en casa, se ha quedado un poco traspuesto y le dicho que se esperase, que se lo explicaba.  Me refería al momento estelar en el programa Tu cara me suena, cuando acerca de su actuación le espetó a Javier de Pecos si era consciente de lo mal que lo había hecho, comentario que llegó incluso a parodiar e imitar el propio Carlos Latre. Se ha reído bastante, le he dicho que al principio no lo hacía tan mal, “¡Qué va! ¡Qué va! Lo que pasa es que en las primeras galas el nivel era muy bajo”. Le he dicho que su libro, Sembla difícil, però no ho és!, al ser fino me lo leería rápido seguro, todo y que no comparto su opinión que en tres paradas de metro ya lo he hecho.


Feliz día del libro y la rosa… y de la desorganización y la curiosidad.

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